domingo, 21 de septiembre de 2014

A Momentary Lapse Of Reason 1987




El  7 de septiembre de 1987,  se publica  "A Momentary Lapse Of Reasondecimotercer álbum de estudio de la banda británica de rock británica Pink Floyd.  Un título revelador para el primer álbum de Pink Floyd desde "The Final Cut"y primero sin Roger Waters. Aunque un vistazo a los créditos pone las cosas aún más difíciles: Richard Wright no aparece como componente oficial del grupo, sino como simple –aunque lujoso- colaborador, al mismo nivel de Tony Levin, Tom Scott o Jim Keltner. En la foto, David Gilmour y Nick Mason figuran como los nuevos amos y señores de la banda, únicos miembros con pleno derecho.

En 1985, el guitarrista David Gilmour comenzó a reunir a músicos para dar forma a su tercer álbum en solitario, sin embargo, para finales de 1986 cambió de idea y decidió que el nuevo material serviría para un nuevo álbum de Pink Floyd. Para ello decidió volver a contar con el batería Nick Mason y el teclista Richard Wright para el proyecto. A pesar de que por motivos legales Wright no podía ser readmitido como miembro de la banda, él y Mason ayudaron a Gilmour a poner a punto lo que sería el primer álbum de Pink Floyd desde el abandono del letrista y bajista Roger Waters en diciembre de 1985.



Se grabó principalmente en el estudio de Gilmour, Astoria, construido en una casa flotante. La producción estuvo marcada por una disputa legal entre Roger Waters y la banda respecto a quién debía tener los derechos sobre el nombre de "Pink Floyd", disputa que no se resolvió hasta varios meses después del lanzamiento del disco. A diferencia de la mayoría de los álbumes de estudio de la banda, A Momentary Lapse of Reason no tiene un tema central, pues se trata de una colección de canciones de rock compuestas en su mayoría por Gilmour y el músico Anthony Moore. A pesar de que recibió críticas de signo opuesto y de que Waters lo ridiculizó, gracias a la ayuda de una exitosa gira mundial superó con creces las ventas de su antecesor The Final Cut. A Momentary Lapse of Reason fue certificado multiplatino por la RIAA.

Antecedentes. Después del lanzamiento en 1983 de The Final Cut (a menudo considerado de facto un álbum en solitario de Waters), los tres miembros de Pink Floyd trabajaron en sus proyectos individuales. En 1984 el guitarrista David Gilmour expresó algunos de sus sentimientos sobre su relación con el bajista Roger Waters en su segundo álbum en solitario, About Face. Gilmour terminó su gira de About Face justo cuando Waters comenzó a promocionar su nuevo álbum en solitario, The Pros and Cons of Hitch Hiking. Aunque ambos músicos se habían juntado con otros músicos de éxito, incluyendo —en el caso de Waters— a Eric Clapton, ambos pensaban que, para sus seguidores, el atractivo de un nombre en solitario era menor que el de Pink Floyd. La escasa venta de entradas forzó a Gilmour a cancelar varios compromisos y el crítico musical David Fricke comentó que los espectáculos de Waters eran "un petulante eco, un intento trasparente de probar que Roger Waters era Pink Floyd". Después de un descanso de seis meses, Waters volvió a Estados Unidos en marzo de 1985, con una segunda gira. Sin embargo, esta vez lo hizo sin el apoyo de CBS Records, quienes no ocultaron el hecho de que lo que querían en verdad era otro disco de Pink Floyd. Waters respondió diciendo que la empresa era "una máquina".

Nick Mason. "En aquel momento, claro, yo solo pensaba: no puedo ver cómo podemos hacer otro disco o, si podemos, si será en un futuro lejano, y probablemente será por la sensación de una especie de obligación de hacerlo, más que por cualquier clase de entusiasmo".

Mientras tanto, el batería Nick Mason asistió a un concierto de Waters en Londres en 1985 y admitió que echaba de menos ir de gira bajo el nombre de Pink Floyd. Su visita coincidió con el lanzamiento de su segundo álbum en solitario, Profiles, en agosto de ese año, en cuyo sencillo "Lie for a Lie" cantaba Gilmour. Con un amor compartido por la aviación, ambos tomaban lecciones de vuelo y más adelante compraron un avión De Havilland Devon juntos. Gilmour se dedicó a varias colaboraciones, incluyendo una actuación en un concierto de Bryan Ferry en el concierto Live Aid de 1985 y coproduciendo el álbum debut homónimo de The Dream Academy.



Waters dio una pista sobre su futuro en una entrevista a la revista Rolling Stone de 1982, en la que dijo: "Podría trabajar [en Pink Floyd] con otro baterista y con otro teclista fácilmente y es probable que en algún momento yo lo haga", pero en diciembre de 1985 anunció que él abandonaba la banda y que pensaba que Pink Floyd era "algo pasado".

Gilmour veía las cosas de otra manera, el guitarrista se negó a dejar que Pink Floyd se acabase y tenía intenciones de seguir con la banda: "Le dije [a Waters], antes de que se marchase: si te vas, tío, nosotros seguiremos. No lo dudes, seguiremos"". La contestación de Waters fue clara: "Nunca lo haréis, joder". Había escrito a EMI y a Columbia declarando su intención de dejar el grupo y les había pedido que le liberasen de sus obligaciones contractuales.

También se había deshecho de los servicios del mánager de la banda Steve O'Rourke y contrató a Peter Rudge para llevar sus asuntos. Esto dejaba a Gilmour y Mason (en su opinión) libres para continuar usando el nombre de "Pink Floyd".

En ausencia de Waters, Gilmour comenzó a reclutar músicos para el nuevo proyecto. Unos meses antes, el teclista Jon Carin improvisó con Gilmour en su estudio Hookend, donde compuso la progresión de acordes que después se convertiría en "Learning to Fly", por lo que se le invitó a formar parte del equipo. Gilmour invitó a Bob Ezrin (coproductor de The Wall de 1979) a participar en el proyecto de ayudar a consolidar el nuevo material compuesto. La invitación llegó poco después de que el productor rechazase una oferta de Waters para trabajar en su nuevo proyecto en solitario, Radio K.A.O.S., a la que Ezrin no pudo corresponder: "Era mucho más fácil para Dave y yo hacer nuestra versión de un álbum de Floyd". Ezrin llegó al Reino Unido en verano de 1986, para lo que después describió Gilmour como "trastear con un montón de demos". Llegados a este punto no había un compromiso firme para un nuevo álbum de Floyd, y públicamente, Gilmour decía que el nuevo material podría acabar siendo su tercer álbum en solitario.

En una reunión de noviembre de 1986 entre Gilmour, Ezrin y el representante de CBS Stephen Ralbosky, el guitarrista no tuvo dudas sobre los sentimientos de Ralbosky: "¡Esta música no suena en absoluto como Pink Floyd, coño!". Gilmour, después admitió que la ausencia de Waters representaba un problema y que el nuevo proyecto se antojaba difícil sin su presencia. Gilmour experimentó con varios compositores como Eric Stewart y Roger McGough, pero finalmente se decantó por el músico Anthony Moore, quien después apareció en los créditos como coautor de "Learning to Fly" y "On the Turning Away". La idea de un álbum conceptual fue descartada y Gilmour optó por la más habitual forma de canciones sin un nexo temático definido entre ellas. Para final de año, ya había decidido que el nuevo material sería un nuevo álbum de Pink Floyd.



Grabación. "A Momentary Lapse of Reason", como se llamó más tarde, se grabó en varios estudios distintos, siendo el principal la casa flotante de Gilmour Astoria, adquirida por el propio Gilmour en el verano de 1986. El barco se encontraba amarrado en el río Támesis, lo cual (según Ezrin), finalmente "se impuso" en todas las canciones.

"Trabajar allí fue mágico, tan inspirador; jóvenes bajando en piraguas por el río, gansos volando...". Contrataron a Andy Jackson (un colega del amigo de Floyd James Guthrie) para que se encargase de la ingeniería de sonido. En una serie de sesiones discontinuas entre noviembre de 1986 y febrero de 1987, la banda de músicos de Gilmour trabajó en nuevo material, que a diferencia de otros trabajos de Floyd se grabó en una máquina analógica de 24 pistas y se utilizó el método del overdubbing con una grabadora digital Mitsubishi de 32 pistas. Esta tendencia de usar nuevas tecnologías continuó con la utilización de sincronización MIDI, controlado con una computadora Apple Macintosh.

Dave Gilmour: "No puedes volver atrás... Tienes que encontrar una nueva forma de trabajar, de operar y seguir adelante. No hicimos esto ni remotamente parecido a ningún otro álbum de Floyd. Fueron sistemas distintos, todo".

Después de acordar volver a trabajar con el material que tan poco le había gustado a Ralbosky, Gilmour contrató nuevos músicos de sesión, incluyendo a Carmine Appice y Jim Keltner. Ambos baterías después reemplazaron a Mason en la gran mayoría de las canciones, Mason pensaba que estaba demasiado desentrenado para tocar las piezas, por lo que prefirió dedicarse a los efectos de sonido. Algunas de las partes de batería se hicieron con caja de ritmos.

La nueva mujer de Wright, Franka, se puso en contacto con Gilmour para preguntarle si Wright podía contribuir en el nuevo álbum. Gilmour consideró la petición, el teclista había abandonado la banda en 1979, y había ciertos temas legales que complicaban su readmisión, pero después de una reunión en Hampstead fue readmitido, aunque no como miembro "oficial". Gilmour, después admitió -en una entrevista concedida al escritor Karl Dallas- que la presencia de Wright "nos haría más fuertes musical y legalmente". Por esto, se le contrató como músico con un sueldo de 11.000 $ a la semana, aunque sus contribuciones fueron mínimas. La mayoría de las nuevas piezas de teclado ya estaban grabadas, por lo que desde febrero de 1987 sólo tocó algunos refuerzos con el órgano Hammond y un piano Fender Rhodes, junto a varias armonías vocales. El teclista también tocó un solo para "On the Turning Away", finalmente descartado, según Wright "no porque no les gustase [...]; simplemente pensaron que no encajaba".



Gilmour después dijo: "Al principio, tanto Nick como Rick estaban catatónicos en cuanto a sus habilidades para tocar. Ninguno de ellos tocó realmente en este disco. A mi modo de ver, Roger les había destruido", un comentario que claramente enojó a Mason, quien contestó: Niego que estuviese catatónico. Esperaría eso de la oposición, pero es menos atractivo viniendo de los aliados. En algún momento, pidió algo así como una disculpa". No obstante Mason sí que reconoció que Gilmour estaba nervioso sobre cómo se percibiría el álbum.

Temas. El disco se abre con "Signs of life", una melodía instrumental donde se puede escuchar a una persona remando un bote. La imagen del remero se puede encontrar dentro de la funda interna derecha. La pieza puede recordar por momentos a las primeras partes de "Shine on you crazy diamond" por su tono lánguido y el diálogo creciente entre los teclados y la guitarra (sobre un gran colchón en Mi menor, frente al Sol menor de SOYCD), realizando variaciones sobre el tema principal de "Sorrow", a partir de 02:48 (el tema que cierra el álbum y que también está en Mi menor). Esta es la canción que iba a dar nombre al álbum, pero Gilmour pensó que muchos pensarían que tendría que ver con el camino que empezaba la banda ya sin Roger, en el sentido de que iban a resucitar de las cenizas en busca de un futuro incierto.  La melodía se basa en un demo que Gilmour compuso en  1978 y presenta la voz de Nick Mason a la mitad del tema:

"When the child-like view of the world went, nothing replaced it...nothing
replaced it...nothing replaced it...
I do not like being asked to.....I do not like being asked to... I do not like
being asked to....
Other people replaced it
Someone who knows"

En Pink Floyd hay "signos de vida". Y es sólo el principio.

Continua con  "Learning to fly" . Fue el gran single de este disco, un tema que sintetiza lo que será la nueva época de Pink Floyd. Con su letra "circling sky, tongue-tied and twisted, just an earthbound misfit, I" (cielo haciendo círculos, retorcido y con la lengua atada, sólo un inadaptado encadenado a la tierra, yo), se inspiró en las lecciones de vuelo de Gilmour, que a menudo entraban en conflicto con sus obligaciones en el estudio. La pista también contiene una grabación de la voz de Mason, grabada durante un despegue. La banda experimentó con muestreos digitales, y Ezrin grabó el sonido del barquero de Gilmour (Langley Iddens) remando por el Támesis. gran protagonismo de Gilmour con su voz grave y su toque bluesero guitarrístico, potentes coros de voces femeninas, medios tiempos con estructura estrófica, juegos diversos con efectos sonoros y alguna parte instrumental ocasional, y todo con un sonido bastante digno. Se nota que están cómodos y adaptados a los nuevos tiempos. Aunque muchos han querido ver en esta canción escrita por Gilmour una referencia a él mismo como líder de la banda, en realidad, no es más que una impresión acerca de su segunda pasión en la vida, la aviación. No es secreto para nadie que Gilmour, al igual que Mason es amante de los aviones y que posee una decente flotilla que gusta de pilotar para adquirir horas de vuelo. La canción nos describe la sensación que una persona experimenta al volar. A la mitad de la canción se puede escuchar el chequeo preliminar de instrumentos.

"The Dogs of War", los Perros de la Guerra, recordando que en las Guerras Mundiales se utilizaron perros Pastor Alemán, pueden verse 5 de ellos en posición expectante en la portada del disco. El nombre de la canción hace referencia al título de la novela homónima de Frederick Forsyth quien se basó en el discurso de Marco Antonio: "Grita ¡Devastación!, y suelta los perros de la guerra", que es una cita de Julio César, acto III, escena 1, de William Shakespeare. Al igual que en la novela de Forsyth, la canción habla de mercenarios en quienes, hasta quien compra sus servicios debe desconfiar: "Even our masters don't know the web we weave". Es una de las piezas más oscuras del álbum, con ese comienzo con el ostinato y una voz mucho más agresiva y visceral, también patente en el carácter del solo de guitarra, la fiereza del ataque del saxo en su momento central y los rugidos del órgano Hammond. Los perros de la guerra (cuyas imágenes aparecían en las representaciones en directo cuando interpretaban este tema) parecen plasmaciones orwellianas complementarias a "Animals" .

En 1989, en una encuesta hecha por la fanzine The Amazing Pudding, los lectores votaron esta canción como la peor de todos los tiempos, aunque en Alemania y en México fue una de las favoritas. La parte que dice "We all have a dark side, to say the least" (todos tenemos un lado oscuro, por decir lo menos), no es una referencia a Dark Side Of The Moon, según mencionó Gilmour en una entrevista, esta línea se refiere a Roger Waters.

Con "One slip" se incide en esa línea de "Learning to fly", piezas sencillas estructuralmente de sonido rotundo y mucho sabor a rock clásico, con un importante trabajo armónico en las voces y un ritmo muy marcado. Como curiosidad, su inicio de collage sonoro formado por elementos electrónicos que primero suenan por separado y luego en conjunto me recuerdan en cierta manera a la superposición de los relojes de "Time". Phil Manzanera puso la música en esta canción y una de las frases de Gilmour es la que puso el título al álbum. El trasfondo de la canción se puede dividir, al igual que la opinión de críticos y público. Unos dicen que la canción nos habla de un intento de suicidio, donde un solo tajo mortal de cuchillo y todo ha terminado. Al fondo del hoyo vamos. Un lapso momentáneo de la razón que divide una vida por otra. Eso es lo único. Un momento de dolor y ya. Otros dicen que solo es la descripción de lo que sucede en el lapso de tiempo que transcurre entre el momento del corte y el momento en que la persona expira.

"On the turning away" es una balada con tintes pesados cantada por Gilmour que va in crescendo en cuanto a su intensidad y conjunto instrumental, desembocando en un solo de guitarra como culmen expresiva. La melodía crece en tono mientras transcurre la letra y el tiempo. Hay quienes piensan que la canción es mala y solo se salva por el solo  de guitarra final. La canción habla de la intolerancia en cualquiera de sus facetas. Las cosas que nos separan de los demás y de como nunca nos importa lo que otros sufran mientras no nos pase a nosotros. La apatía corroe al mundo y, según la letra, algún día el mundo cambiará para bien porque...

"Just a world that we all must share 
It's not enough just to stand and stare" 

"Estamos en un mundo que todos compartimos
No es suficiente quedarse parados y ver pasar las cosas: hay que actuar". 

"Yet another movie" presenta influencia de la estética más maquinista de los 80's, con los sonidos casi rítmicos de los sintetizadores o las marcadas cajas de la batería, a la par que la voz casi robótica de Gilmour. Es un tema bastante oscuro con un par de interludios instrumentales que le dan un mayor color armónico al desarrollo (como el de 03:35 y el del final). Aquí se incluye la coda instrumental atmosférica "Round and round", preparándonos para "Sorrow" (y cómo no, otra vez en Mi menor). "Round and round" aparece como subsección separada de este corte, como 6a, e incluso algunos reproductores que puedan leer este tipo de tracks permite la opción de escucharlos por separado. Andy Mabbett, en su libro menciona que hubo una versión de cinco minutos de duración que nunca se dió a conocer. La pieza musical versa sobre películas e impresiones sobre estas. El diálogo que se escucha dentro de la canción perytenece al personaje Terry Malloy, personificado por Marlon Brando en la película On The Waterfornt (Elia Kazan, 1954). La línea que habla del beso se basa en la canción As Time Goes By de la película Casablanca (Michael Curtiz, 1942): "You must remember this A kiss is still a kiss". De hecho en la parte final se escuha el diálogo final de la película donde Rick (Humphrey Bogart) habla con Ilsa.

La estética maquinista sigue su curso con "A new machine (Part One y Part Two)", donde los lamentos de Gilmour, manipulados por diversos efectos vocales, se tornan en preguntas sin respuesta que transmiten una tensa sensación de soledad. Esta melodía no tiene relación con Welcome To The Machine. La idea central de la canción es cómo se harta uno de las cosas rutinarias. Como comienza el odio por estar en un mismo lugar sin futuro. Y cómo cuando sucede esto, el tiempo parece no transcurrir. Esta parte, como la segunda se creraron más o menos en 1985.

Entremedio, el instrumental "Terminal frost", marca una tónica más cercana a las nuevas músicas instrumentales con ecos del jazz de los 80's y de algunas propuestas del sello Windham Hill (como Shadowfax o similares), con un carácter de guitarra solista que está muy presente. Mucho adorno en una melodía a la que Gilmour, después de pensárselo dos veces decidió no ponerle letra. Al inicio de su vida, se penso que esta canción fuera una especie de Karaoke para guitarras, donde en vez de voz, las personas pudieran colocar sonido de guitarra inspiradas por el ritmo de la melodía. Esta línea se verá continuada con temas tan interesantes como "Marooned" o "Cluster one" de su posterior álbum "The division bell".

El álbum se cierra con "Sorrow", otro tema muy digno de este disco, con una introducción instrumental a la guitarra muy expresiva y unos cuidados arreglos en las armonías de los teclados (fijaos que el tema se abre en Mi menor, durante las dos veces que Gilmour esboza la melodía principal de la guitarra, y el bajo no cambia. Al final, cuando interpreta toda la línea melódica, a partir de 01:09, el bajo plantea una situación tonal: Do-Sol-Do-Sol-Re que ayuda a buscar ese final que no podía ser otro que Mi). Es el tema más largo del disco (sobrepasando los 8 minutos) y que crece enormemente en directo (sobre todo a partir de la intro y de una outro similar a la anterior que Gilmour siempre solía hacer). Gilmour dijo en una entrevista que se basó en un poema para escribir esta canción. Trata de cómo en ocasiones no sentimos mal por lo que somos hoy en comparación con lo que fuimos en tiempos pasados. Sientes cada día que de nada sirve levantarte. Cómo te asaltan pensamientos de las cosas buenas que nunca pudiste tener o aprovechar. Lo malo de la canción es que es un listado pesimista.


La presencia de Iddens en las sesiones de grabación se hizo vital después de que, en una ocasión, el Astoria comenzase a ladearse en respuesta a la subida de la marea, que empujaba el barco contra el muelle en que estaba atracado. "The Dogs of War", que Gilmour dice tratar de "mercenarios políticos y físicos", se inspiró en un accidente durante la grabación. El sampler comenzó a emitir sonidos de una risa, que Gilmour pensó que sonaba como los ladridos de un perro. "Terminal Frost" era una demo antigua de Gilmour, en la que hacía tiempo que había querido trabajar añadiéndole letra, pero que finalmente decidió dejar como tema instrumental. En cambio, la letra de "Sorrow" se escribió antes de componer la música. El solo de guitarra que la abre se grabó en Los Angeles Memorial Sports Arena. Un estudio móvil con una grabadora de 24 pistas pasó la Fender de Gilmour a través del sistema de PA, y se grabó en sonido surround.

A pesar de la tranquilidad que ofrecía el Astoria, las sesiones se veían interrumpidas a menudo por las discusiones entre Waters y los otros miembros de Pink Floyd sobre los derechos para utilizar el nombre de "Pink Floyd". O'Rourke, en la creencia de que su contrato se había rescindido de forma ilegal, demandó al bajista por 25.000 £ de comisiones atrasadas. En una reunión de Pink Floyd Music Ltd (desde 1973, la cámara de compensación de Pink Floyd para todas las transacciones financieras) en otoño de 1986, Waters se enteró de que se había abierto una nueva cuenta bancaria para todo lo relativo al "nuevo proyecto de Pink Floyd".

Inmediatamente, solicitó al juez que no permitiese el uso del nombre Pink Floyd nunca más, pero sus abogados descubrieron que la asociación comercial nunca se confirmó oficialmente y Waters volvió a los tribunales para intentar conseguir vetar que se pudiese usar el nombre en el futuro. Los abogados de Gilmour respondieron con un comunicado de prensa que afirmaba que Pink Floyd seguiría existiendo, llegando a decirle a un reportero del Sunday Times que "Roger es el perro del hortelano y voy a pelear con él, nadie más ha reclamado el nombre de 'Pink Floyd' para sí. Cualquiera que lo hiciese sería extremadamente arrogante".



Waters visitó el Astoria en dos ocasiones, y mantuvo, junto con su mujer, una reunión con Ezrin en agosto de 1986 (el productor después sugirió que le estaba "echando un vistazo"). Como Waters seguía siendo accionista y director de la música de Pink Floyd, tenía el poder de bloquear cualquier decisión hecha por sus antiguos compañeros. En febrero de 1987, las sesiones de grabación se trasladaron a los Estudios Mayfair, y entre febrero y marzo -por un acuerdo con Ezrin para grabar cerca de su casa- a A&M Studios en Los Ángeles: "Fue fantástico porque [...] los abogados no podían llamar en mitad de la grabaciones, a menos que lo hiciesen en mitad de la noche". La revista Rolling Stone publicó un reportaje en julio de 1987 que trataba sobre las discusiones entre Waters y Pink Floyd, convirtiéndose en su número más vendido ese año. No obstante, las disputas legales llegaron a su fin en noviembre de ese mismo año.

Presentación. El título del álbum se escogió tras haber considerado detenidamente el tema. Los tres títulos que se barajaron inicialmente fueron Signs of Life, Of Promises Broken y Delusions of Maturity.

Por primera vez desde Animals, de 1977, el encargado del diseño de la portada y el arte del álbum fue Storm Thorgerson. Su diseño final fue una larga ristra de camas de hospital colocadas en una playa. Se inspiró en una frase de la canción de la pista número seis del álbum "Yet Another Movie" que dice: "vestigios de relaciones que se han evaporado, dejando sólo ecos", y una pequeña insinuación de Gilmour sobre un diseño que incluía una cama en una casa de estilo mediterráneo. La portada muestra 800 camas de hospital, colocadas en Saunton Sands en Devon (donde, casualmente, se rodaron algunas de las escenas de Pink Floyd The Wall). El colega de Thorgerson se encargó de la distribución de las camas. En el cielo se divisa un ala delta, una referencia a la canción "Learning to Fly". El fotógrafo, Robert Dowling, ganó un premio concedido por la Asociación de Fotógrafos por la imagen, para la que necesitó unas dos semanas de trabajo. Para dejar claro el mensaje de que Waters ya no estaba en la banda, se incluyó en el interior del disco una fotografía grupal tomada por David Bailey, cosa que no ocurría desde Meddle. El nombre de Wright sólo aparece en la lista de créditos.



Publicación. A Momentary Lapse of Reason se publicó en el Reino Unido y Estados Unidos el 7 de septiembre de 1987. Se posicionó inmediatamente en el puesto número tres de las listas de ambos países, sólo superado por los álbumes "Bad" de Michael Jackson y "1987" de Whitesnake. Aunque Gilmour inicialmente vio el álbum como una vuelta de la banda a su mejor época, Wright después discrepó, admitiendo que "las críticas de Roger eran justas. No es un álbum de la banda en absoluto".

Es notablemente diferente en estilo y contenido a su predecesor, The Final Cut. Gilmour presentó A Momentary Lapse como una vuelta a la vieja época de Pink Floyd, diciendo que, hacia el final de la época de Waters, las letras eran más importantes que la música. Gilmour afirmó que "The Dark Side of the Moon" y "Wish You Were Here" fueron tan exitosos no sólo por las contribuciones de Roger, sino también porque había una mejor armonía entre la música y las letras [que en los álbumes posteriores]". También dijo que con A Momentary Lapse, había intentado restaurar ese equilibrio entre letras y música".

Roger Waters: "Creo que es muy superficial, pero una buena falsificación …  Las canciones en general son pobres, las letras casi no me las puedo creer. Las letras de Gilmour son de tercer nivel".

Recepción. La revista Q comentó que el álbum parecía un esfuerzo en solitario de Gilmour: "A Momentary Lapse of Reason es un álbum de Gilmour en la misma medida en que los anteriores cuatro que salieron bajo el nombre de Floyd estaban dominados por Waters". William Ruhlman de Allmusic.com comentó algo similar, diciendo en su reseña que era "un álbum en solitario de Gilmour en todo menos en el nombre". El Toronto Star escribió: "Algo falta aquí. Esto no es, a pesar de su peso pesado, un álbum que desafíe y provoque como Pink Floyd debiera. Perdonad que lo diga, pero A Momentary Lapse Of Reason es mundano, predecible". El crítico de The Village Voice Robert Christgau escribió: "A simple vista, casi no parece que la maestría conceptual de la banda se haya acabado..., quitando el hecho de que cada vez sacan menos ideas".

A Momentary Lapse of Reason fue certificado plata y oro en el Reino Unido el 1 de octubre de 1987, y oro y platino en Estados Unidos el 9 de noviembre. Se convirtió en doble platino el 18 de enero del año siguiente, triple platino el 10 de marzo de 1992 y cuádruple platino el 16 de agosto de 2001, superando holgadamente las ventas del álbum previo The Final Cut. Se reeditó en 1988 como edición limitada en formato LP, con pósteres y una confirmación para la compra de entradas para la gira de la banda por el Reino Unido. En 1994 se volvió a remasterizar y reeditar, mientras que en 1997 se reeditó nuevamente en Estados Unidos para celebrar el 10.º aniversario de su lanzamiento.



Gira. La decisión de hacer una gira de promoción para el álbum se tomó antes incluso de que estuviese completo y los primeros ensayos fueron caóticos, Mason y Wright estaban desentrenados y al percatarse de que estaba intentando abarcar demasiado, Gilmour le pidió a Bob Ezrin que se hiciese cargo. Las cosas se complicaron incluso más cuando Waters contactó con varios promotores estadounidenses para amenazarles con demandas si se usaba el nombre de "Pink Floyd". Gilmour y Mason financiaron los costes iniciales (Mason usó su Ferrari 250 GTO como aval). Sin embargo, algunos promotores se sintieron ofendidos por las amenazas de Waters, hasta que finalmente se pusieron a la venta 60.000 entradas en Toronto que se vendieron en pocas horas.

Roger Waters: "Me amenazaron con el hecho de que teníamos un contrato con CBS Records y que parte del mismo podía interpretarse de tal modo que significase que teníamos un compromiso de crear producto para CBS y que si no seguíamos creando producto, podrían a) demandarnos y b) retener regalías si no hacíamos más álbumes. Así que dijeron: Eso es lo que va a hacer la compañía discográfica, y el resto de la banda te va a demandar por todos sus gastos legales y cualquier pérdida de beneficios porque eres tú el que está impidiendo que la banda haga más discos. Me forzaron a renunciar a la banda porque, si no lo hacía, las repercusiones financieras me hubiesen barrido completamente".

Como ya se ha comentado, Wright aparece en el disco como un colaborador más. Las actuaciones en directo, sin embargo, pondrán las cosas en su sitio y Wright recuperará cierto protagonismo. El 9 de septiembre comienza en Ottawa "A Momentary Lapse Of Reason Tour", una ambiciosa expedición internacional que acabará convirtiéndose en la gira más importante –en duración, dimensiones del "show" y lugares visitados- de la historia del grupo, además de suponer la vuelta a los escenarios desde 1981.

De poco sirven las pataletas de Waters. En la primera noche de la gira, se evidencia la voluntad del grupo de simultanear las nuevas canciones con generosas referencias retrospectivas. Además de todos los temas de "A Momentary Lapse Of Reason", caen "Echoes","One Of These Days","Time","On The Run", "Us And Them", "Money","Shine On You Crazy Diamond (Parts 1-5)", "Wish You Were Here", "Welcome To The Machine", "Another Brick In The Wall Part 2","Comfortably Numb" y “Run Like Hell".



Sobre el escenario, además de Gilmour, Mason y Wright, están Jon Carin –teclados y voz-, Tim Remwick –guitarra y voz-, Guy Pratt –bajo y voz-, Scott Page –saxo y voz-, Gary Wallis –percusión-, Margaret Taylor –coros- y Rachel Fury –coros-. Aunque en un principio se anuncia que la "pata" americana de la gira debe terminar en Tampa (Florida) el 30 de octubre, se prolonga hasta el 18 de diciembre, cuando se pone punto y final en Iowa City. Un mes más tarde, el 22 de enero de 1988, los Pink Floyd inician en Auckland (Nueva Zelanda) una gira por Oceanía que les llevará también a Sydney, Brisbane, Adelaida, Melbourne y Perth, donde terminan el 24 de febrero.

La siguiente parada de la gira es Europa. Y con ella, una asignatura pendiente que conmociona a los medios de comunicación de todo un país: Pink Floyd actuará por primera vez en España. La gira europea transcurre entre "sold outs" y grandes titulares. El primer concierto tiene lugar el 10 de junio en Nantes, ciudad en la que sorprenden al realizar una rueda de prensa en la que opinan sobre el actual momento que vive el grupo y no escapan a ciertas preguntas sobre el "affaire Waters": "Desde hace tiempo –declara Gilmour- Roger Waters insistía en que debíamos separarnos, pero nosotros no estábamos de acuerdo. Al final, envió por su cuenta una carta a la casa de discos dándolo por hecho. Así, nos enteramos de que ya no existíamos". Respecto a su separación del cantante y bajista, reconoce que "no fue amistosa. A Waters le gustaba promoverse a sí mismo y creía que era la única persona válida del grupo, pero el trabajo que hacemos ahora habla por sí sólo". El asunto de los derechos sobre el nombre de grupo no presenta, para él, ningún problema: "Es nuestro nombre. Lo hemos usado durante veinte años y no vamos a renunciar a él. Es más, sin Waters puede decirse que el espíritu de colaboración es todavía mayor y el clima más es divertido".

Además de Nantes, Pink Floyd realiza otros dos espectáculos en Francia, en el "marco incomparable" de la Plaza de Armas del Palacio de Versalles, cerca de París, donde concentran a 80.000 personas por noche: "Siempre que podemos –señala Nick Mason- intentamos actuar en lugares especiales, famosos y conocidos por ser visitados por mucha gente. Estos sitios tienen de por sí un encanto y una atmósfera diferente de los tradicionales estadios a los que estamos obligados a recurrir para poder dar cabida a las multitudes que quieren escucharnos. Esta es la gira más larga de nuestra historia, por lo que estamos disfrutando como nunca y, aunque es inevitablemente cansado, no es en absoluto aburrido. Se trata de un "show" que todavía está en pleno desarrollo. En realidad, vamos a ofrecer veinticinco espectáculos distintos".

Entre otras ciudades europeas, Pink Floyd visitará por primera vez Berlín, ofreciendo un concierto junto al todavía vigente muro, poco más de un año antes de su inesperado desplome. Cuatro citas en dos ciudades británicas supondrán la culminación de la gira: el 1 y 2 de agosto en el City Football Stadium, de Manchester, el 5 y 6 en el Wembley Stadium, de Londres.

Las fechas anunciadas para la visita de Pink Floyd a España son el 20 de julio en el Estadi de Sarriá, de Barcelona, y el 22 en el Estadio Vicente Calderón, de Madrid. La expectación, pese al lastre que supone la ausencia de Roger Waters en la nueva formación del grupo, se desborda. En un verano del 88 durante el cual España se ve saturada por macroconciertos como los de Michael Jackson, Bruce Springsteen o el paquete de Amnistía Internacional –sólo en Barcelona, con nuevamente Springsteen, Peter Gabriel y Sting, entre otros- el "show" de Pink Floyd se antoja una inmersión en uno de los capítulos más legendarios de la historia del rock.



El de Pink Floyd siempre fue uno de los "conciertos pendientes" que todo aficionado ibérico tuvo en su mente, la promotora responsable del evento, Gay & Company, aprovecha toda su carga mítica para vender las casi cien mil entradas puestas a la venta. En un comunicado de prensa, Gay & Company hacen hincapié en lo espectacular de "show": "Pink Floyd, una de las leyendas vivas de la música actual, nos visita por primera vez. El auténtico sonido cuadrafónico, con el cual se definen sus originales conciertos, y todo su espectacular montaje, está compuesto por dos gigantescos escenarios que recorrerán España durante el mes de julio, gracias a los 56 camiones y 10 autobuses que sirven para transportar las cerca de 1.1000 toneladas de material que mueve esta gira, y las 180 personas que acompañan al grupo: Podremos ver por medio de dos potentes grúas de 40 toneladas y 50 metros de brazo, instaladas fuera del campo, cómo sus efectos especiales parecen caídos del cielo. Teniendo en tres canciones de su "show" unos efectos de fuegos artificiales, que seguro sorprenderán a todos los estemos contemplándolo. Dos pantallas gigantes de vídeo servirán para dar un mayor realce al "show", en el cual se interpretarán 25 temas, "Money", "Another Brick In The Wall", y "Wish You Were Here" serán algunas de las canciones".

El repertorio de la gira europea, interpretado íntegramente en Barcelona y Madrid, comporta alguna ligera novedad respecto a la americana. Los "shows", estructurados en dos partes además de los bises, incluyen los siguientes temas, por este orden: "Shine On You Crazy Diamond", "Sings Of Life", "Learning To Fly","Yet Another Movie"/"Round And Around","A New Machine Part 1","Terminal Frost","A New Machine Part 2","Octave Guitar Part 1","Sorrow","Octace Guitar Part 2","The Dogs Of War" y "On The Turning Away". Fin de la primera parte. La segunda cuanta con "One Of These Days", "Time", "The Great Gig In The Sky", "On The Run", "Wish You Were Here", "Welcome To The Machine", "Us And Them", "Money" y "Another Brick In The Wall Part 2". Bises: "Comfortably Numb", "One Slip" y "Run Like Hell".

Un repaso, pues, a lo más popular de la discografía del grupo, además de todo el contenido de "A Momentary Lapse Of Reason". Nótese como Gilmour, Mason, y Wright no renuncian a temas compuestos exclusiva o mayoritariamente por Roger Waters. Los músicos que acompañan al trío central son los mismos de la gira americana, con la incorporación de una tercera corista: Durga McBroom.

Los conciertos de Barcelona y Madrid pasan a la historia como los más espectaculares jamás vistos en este país. La prensa se recrea en los excesos luminotécnicos, en los fuegos artificiales, en los rayos láser, en cerdos y camas hinchables gigantes que sobrevuelan el escenario, en las dimensiones del escenario –comparable a un edificio de tres pisos-... pero se habla poco de música. "Los efectos visuales primaron sobre la música durante las tres horas que duró el espectáculo", opina Félix Flores de "La Vanguardia", al día siguiente del concierto de Barcelona. Añade: "El público se dejó llevar de la mano de lo que entraba por los ojos, lo que entraba por los oídos venía a ser secundario". Alex Barnet, de "El Periódico de Catalunya", se refiere a "la colosal renta del pasado"de Pink Floyd.

Opinando con cierta contundencia sobre el presente del grupo en términos de creatividad: "No deja de ser una ironía de la historia que uno de los grupos que en su día revolucionaron el rock haya llevado su música hasta un callejón sin salida que, pese al despliegue de medios y el historial acumulado, se revela sin salida. Más allá del respeto que uno siente por un grupo que ha hecho historia, de la profesionalidad de sus componentes y de las excelencias técnicas de su espectáculo, la música de Pink Floyd suena desfasada y obsoleta". Angel Gonzalo, en las páginas de "Ya", se refiere al concierto de Madrid en términos más comprensivos: "Esta gira de Pink Floyd es una jugada maestra de ingeniería, un comodín que David Gilmour, Richard Wright, y Nick Mason, los únicos "Floyd" auténticos que quedan en la gigantesca orquesta, se han guardado en la manga para matizar cualquier posible error o deficiencia por vía audiovisual".

Pero su honrado "más vale prevenir..." lo que viene es a engrandecer a unos músicos geniales, colosos en sus instrumentos, imperturbables en medio de ese universo de efectos". Los conciertos satisfacen a muchos de los fans del grupo, pero la crítica se ceba en ellos acusándolos de escasamente evolutivos, demasiado efectistas y apuntalados en los grandes éxitos de éxito seguro. Pero la asignatura ha sido aprobada: los Pink Floyd han actuado en España y su exhibición de tecnología y escenografía ha sido rotunda. Como ya se había rumoreado, EMI toma una decisión polémica: la publicación de un álbum doble en directo para final de año. El disco "The Delicate Sound Of Thunder", es el primer "live" completo. "Ummagumma" lo era sólo a medias- editado por la banda y supone un resumen a los últimos quince meses de actividad de la banda.

En verano de 1989, el grupo realiza otra gira europea, con vistas a ciudades como Marsella y Venecia. Precisamente el "show" de Venecia, el 15 de julio, genera una intensa polémica. Se prevé instalar el escenario en una enorme plataforma flotante –90 por 27 metros- frente a la plaza de San Marcos, y son muchas las voces que protestan ante la perspectiva de ver la frágil ciudad tomada por miles de personas que puedan dañarla.



Finalmente, todo se lleva a cavo según las previsiones: 200.000 personas acuden a presenciar el concierto –gratuito- desde la misma plaza de San Marcos o bien desde numerosas embarcaciones –góndolas incluidas- a las que se permite su aproximación al escenario. El concierto se transmite por televisión a veintitrés países, entre ellos la Unión Soviética, y la audiencia se estima en casi cien millones de espectadores. Televisión Española lo emite en directo.

Sin embargo, el estado de la ciudad al día siguiente es tirando a lamentable, con montañas de basura cubriendo la plaza de San Marcos. El asunto provoca una crisis política local, con solicitudes de dimisión para el alcalde, Nereo Laroni, y, sobre todo, el concejal de cultura del Ayuntamiento. La fachada de la Casa Consistorial muestra la siguiente pintada: "Tohomas Mann escribió ´Muerte en Venecia´. Tú Laroni, has decretado el fin".



Al margen del ajetreo relacionado con Pink Floyd, Gilmour colabora una vez más con Kate Bush, en esta ocasión en el álbum "The Sensual World", editado en octubre de 1989. Su guitarra es fácilmente distinguible en los temas "Rockets, Tail (For Rocket)" y "Love And Anger", en los que también participa Stuart Elliott, batería habitual en grabaciones de Kate Bush y presente en aquel "The Secret Policeman´s Third Ball" en el que figuraban Gilmour y Mason. Otros tres temas del disco cuentan con arreglos orquestales de Michael Kamen. "Love And Anger" cuenta con un videoclip donde aparece reiteradamente David Gilmour tocando sobre un escenario junto a Kate Bush y otros músicos.

Los años 1989 y 1990 ven a Pink Floyd reponiéndose de la extenuante gira de 1987 y 1988 y realizando apariciones puntuales. Mientras los Pink Floyd abarrotan estadios de medio mundo con su "A Momentary Lapse Of Reason Tour", Waters llora desconsoladamente por su pérdida de protagonismo en una historia que creía atada y bien atada. Sin embargo, a finales de 1989, una serie de acontecimientos extramusicales le dan la clave de su rehabilitación, sino artística, sí comercial.

El 9 de noviembre de este año, las repúblicas Federal y Democrática de Alemania eliminan las restricciones para pasar de un país a otro y cruzar el Muro de Berlín, un símbolo levantado en 1961 por un gobierno excesivamente receloso de la libertad individual de sus ciudadanos. Con la caída del Muro –y el posterior derrumbe de os regímenes supuestamente comunistas de Europa central y oriental- cae una forma de entender el mundo y surge una idea en el desesperado cerebro de Roger Waters: la recreación de "The Wall" en el mejor escenario posible, las ruinas del muro de Berlín en la mismísima Postdamer Platz. Es la jugada perfecta. La "venganza" de un Waters semiaparcado de la primera línea de la actualidad por los omnipresentes Pink Floyd de David Gilmour. Pero no se llevaría a cabo hasta el verano siguiente.

Una de las actuaciones más sonadas del año 1990 corresponde al festival de Knebworth, el 30 de junio de ese mismo año. El concierto se graba y dos de las canciones interpretadas aparecerán en el doble CD/Lp "Knebworth-The Album". Las dos aportaciones de Pink Floyd, "Comfortably Numb" y "Run Like Hell", cierran un disco que parece una reunión de ilustres popes del rock británico, con presencia de los inevitables Dire Straits, Elton John, Eric Clapton, Paul McCartney y Genesis, además de Robert Plant, Cliff Richard, Status Quo y Tears For Fears.

En esta ocasión, la banda que acompaña a Gilmour, Mason y Wright es esencialmente la misma que en 1988, pero se detectan algunos cambios: Scott Page –saxo- es sustituido por Candy Dulfer –quien en estos momentos edita su primer álbum en solitario, "Saxuality"- y en los coros únicamente se mantiene Durga McBrawn, ampliándose a cuatro voces con la incorporación de Sam Brown, Vicki Brown –habituales "session-women" en discos de multitud de artistas- y Clari Torry.

Como estaba anunciado, el 21 de julio de 1990, Waters monta su peculiar pesadilla de cartón piedra que es "The Wall" quinta vez en su vida –tras Los Angeles, Nueva York, Londres y Dormund-, aunque en esta ocasión el montaje se aguanta con su nombre personal. Se especula sobre su posible reunión con los tres Pink Floyd "oficiales", pero no puede ser, Waters es el responsable único del "show", que alcanza dimensiones de una espectacularidad comparable a los más delirantes episodios de Pink Floyd. Para empezar, la lista de invitados corta la respiración al aficionado medio: Sinéad O´Connor, Bryan Adams, Cindy Lauper, Joni Michell, Marianne Faithfull, Scorpions, The Band, The Chieftains, Ute Lemper, Thomas Dolby, Paul Carrack, Vam Morrison y Tim Curry.



Acompañando a Waters, su Bleeding Hearts Band de la gira de "Radio K.A.O.S.", con la incorporación del guitarrista Snowy White, ex Thin Lizzy y que ya tocó junto a Pink Floyd en las representaciones originales de "The Wall". El asunto, además, tiene su coartada social, ya que con el evento se pretende recaudar dinero para la organización benéfica Memorial Fund Disaster Relief.

Los costes de producción son extraordinariamente elevados, lo que impide su traslado a otras ciudades, pero los ingresos por la venta de derechos de televisión son sustanciosos y aseguran la rentabilidad del proyecto. El "show", planteado en principio a partir de la interpretación íntegra de "The Wall", incluye la actuación de cuatro teloneros: The Corunna Band Of The Light Infantry, The Hooters, The Chieftains y The Band, que, pese a no figurar con ellos Robbie Robertson, mueven a la audiencia con temas clásicos de su repertorio, como "The Weight".

Pero el plato fuerte es la recreación de la célebre historia ideada por el cerebro de Roger Waters. El ex líder Pink Floyd tiene previsto acompañarse por las estrellas invitadas en los distintos temas del álbum, que se ofrecen por orden riguroso. Así, Scorpions abren fuego con "In The Flesh?", Cindy Lauper aparece en "Another Brick In The Wall Part 2", Sinéad O´Connor y The Band hacen lo propio en "Mother", Joni Michell en "Goodbye Blue Sky", Bryan Adams en "Empty Spaces"/"What Shall We Do Now?", Marianne Faithfull, Ute Lamper, Thomas Dolby y Tim Curry en "The Trial" y Vam Morrison, junto a The Band, en "Comfortably Numb". La única modificación respecto al contenido de "The Wall" llega al final, cuando Waters prescinde del último tema del álbum, "Outside The Wall" y lo sustituye por "The Tide Is Turning (After Live Aid)", un corte procedente de "Radio K.A.O.S.".

Una operación que disgusta a los puristas, que hubieran preferido un mayor respeto hacia la integridad de la obra. El "show" está, lógicamente, aderezado con un espeluznante montaje visual en el que no falta el inefable muro que se va destruyendo poco a poco. Doscientas mil personas presencian el evento en el centro de Berlín. Waters ha ganado la partida –quizá la última- a Pink Floyd.

Apagados los ecos del triunfal desfile de "The Wall", en Berlín, Roger Waters reaparece en 1992, con un nuevo álbum en solitario: "Amused To Dead". Un trabajo discreto con el que no logra convencer a las masas que le aplaudieron en su sueño berlinés. Hasta el siguiente movimiento, ya en 1994, los Pink Floyd se mantienen aletargados. En 1992 actúan durante tres noches en el Royal Albert Hall, de Londres, en beneficio de la asociación benéfica Chelsea Arts Club Ball, recreando su mítico repertorio.

El año 1993 lo dedican a diseñar el contenido de su siguiente álbum. Y es que las maniobras del grupo rivalizan en lentitud con las de los Rolling Stones o Dire Straits. Superado el habitual período de "impasse" entre disco y disco, los Pink Floyd se reactivan en 1993 anunciando un nuevo álbum para el año siguiente.

Pero antes, sale a la venta un lujoso artefacto titulado "Shine On", que incluye 9 CD´s con todo el contenido de los álbumes "A Sacerful Of Secrets", "Meddle", "The Dark Side Of The Moon", "Wish You Were Here", "Animals", "The Wall" y "A Momentary Lapse Of Reason" además de las caras A y B de los cinco primeros singles, algunas de ellas ya integradas en aquel "Relics". Un objeto de culto, con librillo incluido, que es utilizado por EMI para celebrar el 25 aniversario del grupo.

Covers y multimedia

















Músicos

Pink Floyd

David Gilmour: voz, guitarras, teclados, secuenciadores.

Nick Mason: batería, percusión, caja de ritmos, efectos de sonido.

Producción

Bob Ezrin: productor.

David Gilmour: productor.

Andrew Jackson: ingeniero de sonido, mezclas.

James Guthrie: remezclas adicionales.


Músicos adicionales

Richard Wright: teclados, coros.

Bob Ezrin: teclados, percusión, secuenciadores.

Tony Levin: bajo, chapman stick.

Jim Keltner: percusión.

Steve Forman: percusión.

Jon Carin: teclados.

Tom Scott: saxofón alto, saxofón soprano.

Scott Page: saxofón tenor.

Carmine Appice: batería.

Patrick Leonard: sintetizadores.

Bill Payne: órgano Hammond.

Michael Landau: guitarra.

John Helliwell: saxofón (aparece como "John Halliwell" en los créditos).

Darlene Koldenhaven: coros.

Carmen Twillie: coros.

Phyllis St. James: coros.

Donnie Gerrard: coros.

Letras traducidas al español

SEÑALES DE VIDA

(INSTRUMENTAL)

APRENDIENDO A VOLAR

En la distancia, una cinta negra
Se estiró hacia un punto sin retorno
Un vuelo de fantasía en un campo barrido por el viento
Estando solo mis sentidos rebobinaron
Una atracción fatal alcanzándome
¿como puedo escapar de esta garra irresistible?
No puedo apartar mis ojos del cielo circular
Enmudecido y con la lengua trabada
Solo soy un inadaptado a los limites de la tierra

Se esta formando hielo en la punta de mis alas
Advertencias desoídas, yo que creí pensar en todo
Sin ningún navegante para guiarme hacia casa
Estoy deprimido, vacío y petrificado

Alma en tensión que está aprendiendo a volar
Con el animo molido pero decidido a intentarlo
No puedo apartar mis ojos del cielo circular
Enmudecido y con la lengua trabada
Solo soy un inadaptado a los limites de la tierra

(Esta grabación, es una conversación
entre Nick Mason 
y su instructor de vuelo).

Sobrevuelo el planeta volando y rezando
Mi sucio halo es una huella de vapor en el aire vacío
Atravesando las nubes veo mi sombra volar
Fuera del campo de visión de mi ojo que llora
Un sueño inmune a la luz matutina
Podrá soplar a esta alma del limite de la noche

Ninguna sensación se compara a esto
Animación suspendida, estado de deleite
No puedo apartar mis ojos del cielo circular
Enmudecido y con la lengua trabada
Solo soy un inadaptado a los limites de la tierra.

PERROS DE GUERRA

Perros de la guerra
Y hombres que odian sin razón.
Nosotros no los podemos distinguir.
Este descubrimiento debe ser repudiado
Carne y hueso es nuestra moneda corriente
El infierno esta con sus puertas abiertas
Y puesto en venta
Nos reunimos para destrozar
A cambio de dinero mentimos y engañamos
Ni siquiera nuestros maestros saben
Con que hilo tejemos

El mundo es un campo de batalla
Destruiremos el mundo
El mundo…el mundo…

Negocios invisibles, llamadas de larga distancia
Risas huecas en salones de mármol
Las decisiones ya fueron tomadas
Y un grito silencioso ha liberado las correas
De los perros de la guerra
No se puede detener lo ya empezado
Contratados, vendidos, ellos siembran olvido
Todos tenemos un costado oscuro, verdad
Pero comerciar con la muerte es asunto de las bestias

El mundo es un campo de batalla
Destruiremos el mundo
El mundo…el mundo...

Los perros de la guerra no negocian
Los perros de la guerra no capitulan
Ellos recibirán y tu darás
Y tu debes morir para que ellos vivan
Puedes golpear cualquier puerta
Pero donde vayas sabrás
Que ellos ya estuvieron antes
Los ganadores pueden perder
Y las cosas se pueden poner tensas
Pero no importa lo que modifiques
Sabes que los perros permanecerán.

El mundo es un campo de batalla
Destruiremos el mundo
El mundo…el mundo...

UN DESLIZ

Un ojo inquieto através de una habitación cansada
Una mirada vidriosa y yo estaba en el camino a la ruina
La música sonaba y sonaba mientras nosotros girábamos sin fin
Ni una señal, ni una palabra para su defender su honor 
Lo haré, lo haré ella suspiró a mi llamada
Y entonces ella meneó su melena mientras mi resultado
era puesto en el test 
Entonces nos ahogamos en deseo, nuestras almas ardiendo
Yo lidero la lista para la pira funeraria
Y sin conocimiento de las consecuencias
Me rendí a mi decadencia
Un desliz y por el agujero caemos
Parece que no lleva mucho tiempo
Un momentaneo lapso de razón
Eso dificulta una vida de por vida
Un pequeño remordimiento, no lo olvidarás
No habra que dormir aquí esta noche
Estaba enamorado? O estaba pensando en enamorarme?
O estaba en la mano del destino?
Eso parecia encajar como un guante
El momento paso inadvertido
y pronto las semillas fueron sembradas
El año paso tarde y ninguno queríamos quedarnos solos.
Un desliz y por el agujero caemos
Parece que no lleva mucho tiempo
Un momentaneo lapso de razón
Eso dificulta una vida de por vida
Un pequeño remordimiento, no lo olvidaras
No habrá que dormir aquí esta noche
Un desliz... Un desliz.

VOLVIENDO LA CARA

Volviendo la cara
a los débiles y oprimidos; 
y las palabras que dicen 
y que no entendemos 
"No pienses que aquello que les pasa 
es solo un problema de sufrimientos ajenos 
o encontraras que te estas uniendo 
al método de volver la cara" 
Es un pécado que, a toda costa 
la luz se este convirtiendo en sombra? 
y eche un manto 
sobre todo lo que hemos conocido? 
sin importarnos jerarquías socilales 
conducidos por un corazón de piedra, 
podriamos descubrir que estamos 
completamente solos 
en el sueño de los orgullosos. 
En las alas de la noche,
mientras el dìa se agita, 
los sin voz se unen 
en un acorde silencioso 
empleando palabras que tu encontrás extrañas
e ipnotizantes; mientras ellos encienden la llama, 
siente el nuevo viento del cambio 
en las alas de la noche. 
No mas volver la cara 
a los débiles y a los oprimidos, 
no mas volver la cara 
ante el frío interior; 
hay un solo mundo que todos deben compartir; 
no alcansa con pararse y mirar, 
es solo un sueño o en verdad 
ya no habra mas gente volviendo la cara?

OTRA PELÍCULA MÁS

Un sonido, un solo sonido.
Un beso, un solo beso.
Una cara del otro lado de la ventana
¿Cómo se produjo todo eso?.
Un hombre que corrió, un niño que lloró.
Una chica escuchó una voz que mentía.
El sol que encendió en rojo furioso
La imagen de una cama vacía.

Él usó la fuerza. El era tan rudo
Que ella se sometió. Ya tuvo demasiado.
El camino del destino, el deseo roto.
Alguien yace muy quieto.

Él ha reído y él ha mentido.
Él ha luchado, y él ha fallecido.
Él es igual a todos los demás.
Él no es peor, él no es mejor.

Y aún así, este murmullo que no cesa.
El parloteo que debo tolerar.
Los mares de rostros, los ojos se alzaron,
La pantalla en blanco, la mirada vacía.

Un hombre de negro cabalga un caballo blanco como la nieve.
Una vida sin objetivos ha pasado corriendo.
Los ojos rojos, las lágrimas que aún caen
Mientras él desaparece con la puesta del sol.

GIRANDO EN CIRCULO

(INSTRUMENTAL)

UNA NUEVA MAQUINA (PARTE 1)

Yo siempre estuve aquí
y siempre resurgí a través de estos ojos,
parece que por más tiempo
de lo que dura toda una vida.
Aveces acabo cansado de esperar
Aveces acabo cansado de estar aquí.
Es de esta manera como las cosas deben ser?
No podían ser diferentes?

Está usted siempre cansado de esperar?
Está usted cansado de estar aquí?
No se preocupe, nadie vive para siempre,
nadie vive para siempre.

HERIDA INCURABLE

(INSTRUMENTAL)

UNA NUEVA MAQUINA (PARTE 2)

Yo siempre estaré aquí
Y siempre resurgiré a traves de estos ojos
Es solo durante una vida
Es solo durante una vida
Es solo durante una vida.

TRISTEZA

El dulce olor de una gran tristeza yace sobre la tierra
Penachos de humo brotan y se funden en el cielo plomizo:
Las mentiras y los sueños de un hombre, de campos verdes y rios
Pero se levanta una mañana sin razón para hechar a andarEsta obsesionado por la memoria de un paraiso perdido
En su juventud o en un sueño, no puede precisarlo
Esta encadenado para siempre a un mundo que esta difunto
No es suficiente, no es suficiente

Su sangre se ha congelado y se ha cuajado con un susto
Sus rodillas han temblado y se han hundido en la noche
Su mano se ha debilitado en el momento de la verdad
Su paso se ha vuelto vacilante

Un mundo, un alma
El tiempo pasa, el rio corre

No es suficiente, no es suficiente
Su mano se ha debilitado

Y habla al rio de amor perdido y entrega
Y el silencio contesta esa confusa invitacion
Corre oscuro y turbulento hacia un mar aceitoso
Una macabra imitación de que esta por venir

Hay un viento incesante que sopla esta noche
Y hay polvo en mis ojos, eso ciega mi visión
Y el silencio que habla mucho mas fuerte que las palabras
De promesas rotas.


El delicado sonido del trueno


En estos tiempos en que la tecnología apenas tiene límites, y las posibilidades de difusión de cualquier producto destinado al consumo son infinitas, estamos disfrutando desde hace años de una avalancha de material en directo de grupos clásicos, que llevaba décadas escondido en los almacenes de las discográficas, cuando no en los archivos personales de los propios músicos.

En el caso de Pink Floyd, nadie puede quejarse hoy en día, pues se dispone de grabaciones oficiales que recogen las interpretaciones completas de álbumes históricos como “The Wall” o “Dark Side of the Moon”, correspondientes a los tours originales.

Pero en la década de los 80, el semidirecto “Ummagumma”, y el concierto en las ruinas de la ciudad de Pompeya, eran los únicos documentos que conocíamos en vivo de la banda más grande de todos los tiempos, con permiso de los Stones y Led Zeppelin.

En pleno siglo XXI nos hemos habituado a que los grupos número uno de la escena glosen cada uno de sus tours con Cds en directo, como llevan haciendo Iron Maiden desde hace años, como han hecho AC/DC recientemente. En muchos otros casos, ni siquiera es necesaria la publicación de nuevo material en estudio, la proliferación de live albums es apabullante, para felicidad de los que aman el Rock and Roll con pasión enfermiza, pero hace 25 años las cosas eran muy diferentes, lanzar un directo se consideraba algo casi exclusivo de las bandas que llegaban a la cumbre, y suponía la coronación de toda una carrera, tras años de recorrer el mundo presentando un disco tras otro en la escalada hacia la cima.

Es por todo ello que la publicación de “Delicate Sound of Thunder” fue interpretado por muchos seguidores de la institución británica como una provocación, un nuevo desafío del bando Gilmour/Mason contra su ex compañero Waters. Recordemos que en aquellos años, el grupo había sufrido una agria fragmentación, tras la salida de un Roger Waters convencido de que, sin él, la banda no llegaría a ninguna parte. Gilmour le echó narices, compuso el recordado álbum de las camas, el excelente “A Momentary Lapse of Reason” en 1987, y organizó un tour monumental, absolutamente apoteósico y grandilocuente, a la altura que requería la leyenda de Pink Floyd, y al año siguiente vio la luz este magistral doble en directo que nos permitió escuchar cómo era el delicado sonido de un trueno.

Visto con perspectiva, es normal, es obligado, que de semejante gira haya quedado un documento audiovisual de esta categoría, aunque en su momento hubo quienes se sorprendieron, quienes admiraron, la osadía de Gilmour. Ninguno de los discos de los 70 había tenido reflejo en forma de live album oficial editado en tiempo real, teniendo en cuenta además que hablamos de varias de las obras de arte más grandes que ha escuchado el oído humano, y ahora los Floyd supervivientes editaban el primer doble completamente en directo en toda su carrera, presentando un disco muy bueno, pero inferior a cualquiera de las joyas grabadas en los 70 por Waters, Gilmour, Mason y Wright.

El bajista, en todo caso, contraatacó y se quedó bien a gusto en 1990 organizando aquel show en la Postdamer Platz de Berlin cuando cayó el Muro, construyendo su propia barrera arquitectónica para derribarla un par de horas después, interpretando “The Wall” al completo en compañía de una legión de estrellones del negocio, nuestros queridos Scorpions a la cabeza, que abrieron fuego con “In the Flesh”, el tema que inicia el mítico disco del 79.

Anécdotas aparte, en “Delicate…” contamos con el núcleo superviviente de Floyd, en que se acredita de nuevo a Richard Wright en igualdad de condiciones que a Gilmour y Mason, junto a una larga serie de colaboradores, que trasladaron a las tablas la actualización de unos cuantos clásicos, junto a los temas nuevos, que en directo, y con semejante despliegue, por supuesto sonaron a gloria.

Solo el cuarto de hora inicial, ocupado por la icónica “Shine on you Crazy Diamond”, coloca de lleno al disco entre los grandes live albums de los 80. En temas como “Run Like Hell”, “Money”, “Dogs of War”…suenan rabiosamente heavys, y la solemnidad que desprenden piezas recientes como “Learning to Fly”, “Yet Another Movie”, “Sorrow” con la entrada de la guitarra bramando como una ballena, y sobre todo la impresionante “On the Turning Away”, con sus estremecedores coros, hacen de este concierto un documento de obligada escucha, e imprescindible visionado para entender lo que de verdad debe ser un espectáculo de Rock con mayúsculas.

Para el segundo Cd se centraron en el pasado, y ahí tenemos ese rescate de la pieza más antigua, “One of these Days”, con un sonido del bajo que eriza el cabello, una interpretación soberbia de la intimista “Wish you Were Here”, el lucimiento guitarrero de Gilmour en “Comfortably Numb”, que como cualquier aficionado a esto sabe contiene los mejores punteos de guitarra jamás grabados, y la inclusión de la maravillosa “Us and Them”, que no figuraba en la edición original en vinilo y casete que escuchamos en los 80, y que permite al saxofonista Scott Page explayarse a gusto.

Hablando de la banda, curiosidad que el bajista Guy Pratt se casó con la hija de Richard Wright, dato que el perverso Waters utilizó en las reuniones puntuales de la banda en el nuevo milenio, para atacar con ironía a su viejo compañero, que tuvo que aguantar alguna que otra puya, sarcásticas acusaciones de enchufismo, según nos contó Nick Mason en la imprescindible biografía “Inside Pink Floyd”.

La portada, una vez más, corrió a cargo del recientemente fallecido Storm Thorgerson, líder del equipo de diseñadores Hipgnosis, y cuenta con el magnetismo inherente a todas las creaciones de este artista.







5 comentarios:

  1. me gustaría sabe mas de la CORISTA RACHEL FURY

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  2. ¿Quién dijo que no existe un concepto en el álbum? Es acerca de tu triste y mediocre vida que has vivido pensando que has hecho una diferencia, un lapso momentáneo de razón hizo que te des cuenta de esto. Primero naciste (Signs of Life), de ahí aprendiste a volar e imaginar nuevos horizontes (Learning to Fly), creciste y te diste cuenta que la historia está plagada de guerras sin sentido y mercenarios haciendo millones (Dogs of War), luego después de un resbalón te das cuenta que ya tuviste que hacer familia y dedicar tu vida a eso (One Slip), sigues madurando y te das cuenta que la mierda sigue y sigue ya que nadie da una mano a nadie pero tienes esperanza y crees que eres parte del cambio (On the Turning Away), te pones más viejo y tu vida se parece una película “B” llena de clichés y sigues dando vueltas y vueltas sin llegar a ningún lado (Round and Around). Ahora eres casi un anciano esperando por la muerte (A New Machine y Terminal Frost) sin razón para levantarte cada mañana (Sorrow).

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