sábado, 6 de septiembre de 2014

The Final Cut 1983





"The Final Cut" es el duodécimo álbum de estudio de la banda británica de rock progresivo Pink Floyd. Se lanzó al mercado en marzo de 1983 a través de la compañía discográfica Harvest Records en el Reino Unido y varias semanas después a través de Columbia Records en Estados Unidos. Se trata de un álbum conceptual y es el último de la banda en contar con la participación de Roger Waters, quien aparece acreditado como compositor y letrista de todas las canciones del disco. La mayoría de ellas cuentan con la voz de Waters como vocalista principal, el guitarrista líder David Gilmour aporta su voz a sólo una de las doce canciones del disco, "Not Now John".

The Final Cut se planeó como banda sonora para la película de 1982 Pink Floyd The Wall. Recién comenzada la guerra de las Malvinas, Waters la convirtió en una crítica a la guerra, además de tratar lo que él consideraba la traición para con su padre. Repitiendo el estilo de ópera rock de su predecesor, The Wall (1979), se grabó en ocho estudios distintos de Inglaterra, entre julio y diciembre de 1982. Al igual que en la mayoría de la discografía de Pink Floyd, se contrataron una gran cantidad de músicos de sesión como colaboradores, aunque la grabación del mismo estuvo dominada por la creciente tensión entre Waters y el resto de la banda, especialmente Gilmour. El diseño artístico corrió a cargo de Waters, reflejando el contenido del álbum. The Final Cut llegó a lo más alto de la lista británica de álbumes, aunque recibió críticas mezcladas. Más adelante se lanzó un cortometraje para acompañar el disco.



Después del lanzamiento del álbum cada miembro de la banda se concentró en sus proyectos en solitario, aunque poco después Waters anunció que dejaba el grupo, además de intentar que Gilmour y el batería Nick Mason nunca volviesen a utilizar el nombre de Pink Floyd. Con posterioridad Gilmour ha expresado en varias ocasiones su desagrado con gran parte de The Final Cut, muchas veces viéndose como una obra en solitario de Waters. Ninguna de las canciones del disco han sido tocadas en directo por Pink Floyd, aunque algunas sí ha tocado Waters en sus giras en solitario.

Antecedentes. The Final Cut se planeó inicialmente como banda sonora para la película de 1982, Pink Floyd The Wall. Bajo su título inicial Spare Bricks, la idea era que contuviese canciones de The Wall sin cambios o simplemente regrabadas para la película. Algunos ejemplos incluían "When the Tigers Broke Free" y "Bring the Boys Back Home". Sin embargo, el bajista, vocalista principal y principal compositor Roger Waters planeaba incluir además material nuevo para expandir la narrativa de The Wall.

Debido a la guerra de las Malvinas Waters decidió cambiar de dirección y comenzó a componer material nuevo. Siendo un socialista de corazón, vio la respuesta de invasión de la Primera Ministra del Reino Unido Margaret Thatcher como algo innecesario y jingoísta, por lo que decidió dedicar el nuevo álbum - titulado provisionalmente Requiem for a Post-War Dream— a su padre, Eric Fletcher Waters (muerto en la Segunda Guerra Mundial). Esta nueva dirección creativa creó una serie de disputas entre Waters y Gilmour. Varias piezas musicales de The Wall, incluyendo "Your Possible Pasts", "One of the Few", "The Final Cut" y "The Hero's Return", se habían apartado para Spare Bricks. A pesar de que Pink Floyd había reutilizado material antiguo en otras ocasiones, Gilmour sentía que no era lo suficientemente bueno para el nuevo disco. Quería componer material nuevo, pero Waters tenía dudas, ya que Gilmour prácticamente no había contribuido con letras en los últimos tiempos.



Finalmente se le cambió el nombre a The Final Cut, que es una referencia a la obra Julio César del dramaturgo inglés William Shakespeare: "This was the most unkindest cut of all". "When the Tigers Broke Free" se lanzó como sencillo el 26 de julio de 1982, con "Bring the Boys Back Home" como Cara B.

Waters nunca fue una marioneta de las discográficas, ni un artista interesado en estar a la moda. A principios de los 80, ni siquiera le preocupaban las inquietudes creativas de sus compañeros Gilmour y Mason. El cuarto miembro fundador de Pink Floyd, Rick Wright, a esas alturas ya solo era un asalariado más, como los pipas o los ingenierios de sonido, y si hacemos caso a los créditos, no grabó ni una nota para este trabajo. Las cosas nunca fueron sencillas en el seno de los Floyd,  pero en The Final Cut se profundizan las desavenencias:

David Gilmour: Ciertamente, a veces soy culpable de ser vago y llegaron momentos en que Roger decía: "Bueno, ¿qué tienes?" Y yo decía: "Bueno, ahora mismo no tengo nada. Necesito un poco de tiempo para poner algunas ideas en una cinta". Hay cosas de todo esto que, años después, puedes mirar atrás y decir: "Bueno, tenía (Waters])cierta razón en eso". Pero no tenía razón en querer meter pistas como el culo en The Final Cut. Le dije a Roger: "Si estas canciones no eran lo suficientemente buenas para The Wall, ¿por qué lo son ahora?".

"Llegó al punto en The Final Cut donde Roger no quería saber nada acerca de nadie más quien tuviera material (...). Durante un tiempo hubo en el grupo un gran espíritu de compromiso. Si alguien no podía poner suficientemente de su visión para convencer al resto, sería olvidada. El álbum The Wall, el cual comenzó inescuchable y se convirtió en una gran pieza, fue el último con este espíritu de compromiso. En The Final Cut, tratar con Roger era imposible".

Roger Waters"Peleábamos como perros y gatos. Finalmente aceptábamos que no había un grupo, no desde que hicimos Wish You Were Here en 1975. Aún en aquel entonces, hubo grandes desacuerdos acerca del contenido y de cómo construir el álbum. Tuve que hacerlo con una sola mano, ayudado por Michael Kamen, mi co-productor. Esta fue una de las pocas cosas en las que estuvimos de acuerdo los chicos y yo".

"Grabar The Final Cut fue un purgatorio. Hubo diferencias personales, políticas, filosóficas y musicales. A David Gilmour no le gustaban algunas de las canciones. No le gustaba que yo criticara la intervención del Gobierno conservador en el Atlántico Sur, y no presentaba ninguna alternativa".

"Me gustaría pensar que The Final Cut fue realmente el final de Pink Floyd".

Al batería Nick Mason le bastaba con tener tiempo libre para dedicarse a su afición: los coches de carreras, y David Gilmour se lo tomó como un trabajo muy bien remunerado.

Nick Mason : "Vi ese álbum como el principio del fin. Pensé: No puedo ver como podemos hacer el próximo disco, o si lo hacemos será en un largo tiempo, y probablemente será por un sentimiento de obligación más que por entusiasmo ".

Intuía que Waters podía pegarse el batacazo, que en la década de Katrina and the Waves, Spandau Ballet y Sigue Sigue Sputnik, al gran público no le iban a interesar las batallitas de su colega, y con el tiempo terminaría riendo el último. En 1985 sería el almirante supremo de la armada Floyd, y sabría llevarla a buen puerto.

Concepto y trama. The Final Cut es un álbum conceptual antibélico con elementos de ópera rock. Las letras de Waters exploran lo que él considera la traición hacia los militares británicos caídos, como su padre, quienes durante la Segunda Guerra Mundial sacrificaron su vida por el espíritu del sueño de la posguerra. Este "sueño" era que la victoria haría del mundo un sitio más pacífico, en el cual los mandatarios no querrían volver a entrar en disputas bélicas. Las letras son críticas contra Margaret Thatcher, cuyas políticas y decisiones fueron vistas por Waters como un ejemplo de traición. Se refiere a ella como "Maggie" a lo largo del álbum.



Sobre “The Final Cut” si que se puede decir una cosa: Waters no pretende engañar. Desde el comienzo con “The Post War Dream”, en que escuchamos el sonido de una avioneta que surca el cielo, rumor de voces, típicos efectos de sonido floyidianos, y su voz, ese tono sosegado, de aparente resignación, pero trasmisor de una mala baba que asusta ¿Creéis que va a tardar en empezar a dar la brasa con el tema de su padre? ¿Que va a ponernos en situación, que se va a tomar tiempo en recrear un ambiente? Na, eso no va con él, y sus primeras palabras son: “Dime la verdad, por qué fue Cristo crucificado? Fue por eso por lo que murió papá? Fue por ti, fue por mi, o es que he visto demasiada televisión?”

Da igual, el seguidor del universo Floyd tiene que emocionarse a la fuerza al reencontrarse con esa voz, con los rasgos de ese inconfudible universo creativo. Waters sigue cantando, respondiéndose a si mismo sus enrevesados dilemas, mientras una corneta subraya sus versos, sugiriendo ese climax militarizado. El tema explota en un crescendo, y se escuchan de nuevo los ruidos de fondo habituales que recuerdan a desfiles, exhibiciones castrenses.

Es importante destacar la labor orquestal del arreglista Michael Kamen, el mismo que trabajara con Metallica en el “S&M”, cuya aportación resultó fundamental en la creación de los ambientes, tan pronto ampulosos como dolorosamente tristes, del disco.

En “Your Possible Pasts” se escuchan unos brevísimos apuntes de guitarra acústica al comienzo que nos retrotraen a “Wish you Were Here”. Solo es un guiño. La canción es tremendamente paranoica, con las estrofas entonadas en el registro más melancólico del vocalista, alternadas con explosiones de rabia cuando se pregunta si queda algo de la criatura, tal vez más inocente, que una vez fue. Recomiendo dedicación para observar detenidamente las letras que escribía este tío, cualquier cosa menos los tópicos al estilo “How I love you Baby”. El tema es Pink Floyd por los cuatro costados, con alaridos agónicos de fondo, voces lejanas de un niño que grita en soledad, rumor de ventisca, un trabajo creativo milimétrico, vaya. Que no es un disco para despachar con “si, bueno, The Final Cut, el chiflado de Waters, paso en falso, hermano pobre de The Wall”.



Y por si le faltara algo a esta segunda canción, cuenta con uno de los patentados solos de guitarra de Gilmour, de esos en que parece que las yemas de los dedos estén sangrando mientras puntea.
En “One of the Few” la tensión aumenta.   La perspectiva de The Final Cut cambia repentinamente. Ahora no habla Waters, sino el personaje de un soldado (The Hero) sufriendo las consecuencias de la post-guerra, como lo habría hecho Eric Fletcher Waters al sobrevivir.

Uno de los pocos soldados que sobreviven a la guerra se dedica posteriormente a ser maestro de escuela, educando a sus pupilos con sus crudas experiencias y educándolos sobre la muerte.

Minuto y medio de recitado esquizofrénico, sobre el tic tac de un reloj y un inquietante arreglo de cuerdas. Remite instantáneamente a los momentos de mayor paranoia y desespero de “The Wall”, los que se encontraban en las caras B y C de aquella monumental masterpiece.

When the Tigers Broke Free es un tema que se ha añadido a las ediciones en Cd, y que no figuraba en el vinilo original. Los coros, que mas que coros son murmullos, el tamborileo, la voz fantasmagórica y el crescendo de las trompetas te trasladan de golpe a 1944, a un campo de batalla europeo, de pronto te sientes abrumado por aparatosos pertrechos militares, compruebas que el equipo de transmisión funciona, golpeas el cargador contra la culata de tu fusil, mientras el General de División, en lo alto de la colina, otea con sus prismáticos el horizonte. Atentos al cinematográfico golpazo orquestal como cierre. Casi dan ganas de ponerse firme.

En “The Hero´s Return” sube el tono, aparecen los trasfondos más guitarreros, la mente de Waters continua con sus eternos dilemas, y retoma uno de sus temas predilectos, el de la incomunicación con las personas más cercanas, cuando, con su legendaria engañosa dulzura, canta “cariño, sigues dormida?". Es el único momento en que realmente podemos hablar”.

El héroe habla en la mitad de la noche con su esposa que yace dormida, tratándole de explicar los sentimientos arraigados en su ser. Las terribles memorias de la guerra, las palabras del artillero (Eric Fletcher Waters) que agonizaba en el intercomunicador que lo acompañarán por toda su existencia. El héroe se pregunta para qué debe educar a los niños, si nadie se preocupó de él en su niñéz, y nunca tuvo oportunidad de equivocarse para aprender.

Temas como este no los vais a encontrar en ningún disco de covers hechos por otras bandas. Tratar de recrear el espíritu de esta música es una pérdida de tiempo, había que llamarse Roger Waters para escribir algo así. Había que conocerle bien para reproducir sus partituras en el estudio como hacían los demás integrantes del grupo.



El segundo de los sueños, el del artillero esta vez, el sueño de todos los soldados, el sueño de la post-guerra. El sueño y las bellas promesas con que salieron a luchar y que nunca se vieron. Un mundo cómodo, casa y comida, libertad de expresión, paz, sin presiones, muerte, asesinatos ni violencia. Sencillamente, felicidad. El sueño que no sale de la mente de ls soldados frustrados por la realidad circundante, de la cual se sienten creadores y víctimas. “The Gunner´s Dream”, cuenta con un piano tremendamente triste durante los dos primeros minutos, hasta que entra el saxofón, interpretando en primer término durante casi un minuto de la canción, ocupando con igual eficacia el espacio normalmente destinado a la guitarra. La letra parece reflejar los sentimientos del veterano de guerra, jugando con el complejo de culpa, la confusión y la dificultad para separar los recuerdos reales de lo soñado cuando evoca el campo de batalla. Tiene momentos vocales de verdadero desgarro, como ese instante en que Waters grita de manera inesperada “Night After Night/ Going Round and Round my Brain…”, y no es un tema para poner en la radio a mediodía, eso está claro.

A estas alturas, el disco puede indigestar como lo hacen otras grandes obras del Rock Progresivo, pero aquí entran la labor y el esfuerzo del oyente, el cual deberá decidir si se queda en las plantas inferiores de los grandes almacenes, o si es digno merecedor de las llaves del ático, habilitado para los elegidos.

Tampoco se debe descuidar, entre tanta oscuridad, la ternura de los versos de Waters en determinados momentos, ese “and the silver in her hair shines in the cold november air”. La idea de los brazos de la persona amada como refugio a tanta desolación.

“Paranoid Eyes” hace honor a su título. Otro comienzo teclístico con el silencio y la suavidad de un otoñal día de llovizna, ruido de pasos, amagos orquestales que aparecen y se difuminan al instante, una voz femenina que susurra unas palabras en nuestros oídos.

El retrato del rápidamente desilussionado héroe y otros como él, quienes sacrificaron sus sueños por gente que no entendió ni se preocupó por todo aquello por lo que éstos pasaron para proveerlos de contínua libertad. Dada la sociedad en que viven, deben ocultar sus miedos y recuerdos de la guerra tras ojos paranóicos, pues no hay nadie que los oiga y comprenda.

La canción es mayormente orquestal, e incluye efectos representativos de la entrada del héroe en un pub para desahogarse, su conversación con una prostituta y el ambiente de bebida y juego.

Tres estrofas, las dos primeras separadas por un fragmento majestuoso de guitarra acústica sobre sintetizador, supliendo al habitual punteo, como hiciera el saxo en la anterior.

La parte que habla del pastel en el cielo "The pie in the sky" habla figuradamente de la muerte y la salvación de su alma y como ésta está tan arriba. Es una frase inventada por Joe Hill in 1911 y escuchada en su canción "The Preacher and the Slave" que es una parodia de "Sweet Bye and Bye", un himno del Ejercito de Salvación.

"You will eat, bye and bye
In that glorious land above the sky
Work and pray, live on hay
You'll get pie in the sky when you die"

Aquí terminaba la cara A de la edición original en 1983. Una primera cara exigente, nada fácil, neurótica, y con momentos que pueden producir sopor en el oyente ocasional. Las últimas canciones que hemos escuchado no están resueltas con absoluta genialidad, no son piezas que encajen en un engranaje tan perfecto como el de los discos de Pink Floyd en los 70. Hubiera beneficiado que Gilmour o Mason hubieran echado un capote, y aconsejado a Waters dejar reposar un rato las canciones, que cogieran aire, que respiraran un poco.



Un pequeño bajón que impide a este álbum situarse al nivel de calidad de “Animals”, “Dark Side of the Moon”, “The Wall” y “Wish you Were Here”.

Por fortuna, toda la cara B tiene un nivel abrumador, cercano al sobresaliente, donde se apreciará mejor el trabajo de una banda de Rock, y no tanto la plasmación de las neuras de un solo artista.

En “Get your Filthy Hands off my Desert” hay grandes referencias al conflicto de Las Islas Malvinas y a varios líderes de la historia como Menahem Begin y Brezhnev:

"Galtieri took the Union Jack" Se refiere a Leopoldo Fortunato Galtieri Castelli (Julio 1926 - Enero 2003). Fue quien declaró a las Malvinas territorio argentino. La Union Jack es el nombre alegórico a la bandera de Inglaterra. En la siguiente línea se vuelve a hablar de Margaret Thatcher. La canción habla acerca de lo estúpido que es pelear por una nadería (expresada en el título como un desierto). Nadie pelea por un pedazo de desierto sin "valor", solo un imbécil lo haría. Esto se debe a que Waters veía mal que Inglaterra se metiera al conflicto.

Siempre escuché “Get your Filthy Hands off my Desert” y  “The Fletcher Memorial Home” fundidas. Una introduce a la otra, y constituyen uno de los picos emocionales del disco.

Y lo que hizo Roger Waters en estos dos temas es dedicarles los exabruptos más crueles e inteligentes que se han escuchado. Las guerras, entretenimientos de los gobernantes, como escribiera el poeta, reunidos en la casa Fletcher, y un artista que ni siquiera en “The Wall” interpretó con semejante genialidad. Este si que es el Waters que puede mirar de tu a tu a cualquier otro genio del siglo pasado, que después de echar en cara a la chusma de dirigentes mundiales que estaban dejando la Tierra echa un asco, que solo pensaban en dar brillo a sus medallas, y en ensayar una amplia sonrisa frente al espejo, les grita mi frase favorita de toda la discografía de los Floyd: “¿Esperabais que os tratara con algún respeto?

Waters imagina un asilo nombrado en la memoria de su padre, en el cual sería alojados los incurables tiranos, reyes y colonizadores (osea, dirigentes políticos). En este asilo pulirían sus medallas, jugarián juegos bélicos y tendrían un circuito cerrado de televisión para asegurarse de que existen. Finalmente serían exterminados: la solución para todos los males mundiales.

La estupidez incurable  mencionada  nos hace ver que los dictadores y gobernantes se merecen un lugar donde puedan pasar lo que queda de su vida, siempre vigilados. Para Waters estos son los locos que manejan nuestras vidas desde una posición privilegiada en el gobierno.

En esta canción, ni los líderes latinoamericanos se salvarán de la solución final que está pensada para ellos. La solución final es referencia a la frase acuñada por Adolph Eichman en su "Endlösung der Judenfrage" para eliminar a los judíos.

No necesita insultar, ni organizar acampadas, ni agitar pancartas. Prefiere emplear un tono bufonesco para invitarles a todos a entrar, a tomar asiento, y degustar un plato de comida preparada mientras juegan con los destinos de los seres humanos. Tremendo cuando dice, con ese sarcasmo y esa tristeza, lo de “Bum Bum, Bang Bang, cáete, estás muerto”. Un juego de niños con consecuencias fatales. Casi han pasado treinta años, y estamos igual o peor.

Antes de abandonar definitivamente el Memorial Fletcher, comentar que Gilmour se marca su segundo solo de guitarra, y nos vuelve a dejar boquiabiertos.

Waters lo intuía, y canta los últimos versos con desespero y resignación. Solo es un hombre contra el mundo, y como tal, se siente más a gusto cantando “Southampton Dock”, la tonada casi folkie de despedida, con los sonidos de las gaviotas de fondo, que narra la partida desde el puerto inglés de Southampton de los soldados a la batalla.

El muelle de Southampton es por donde llegaban y partían las tropas inglesas. En 1945 llegaron los pocos sobrevivientes, y nadie habló ni nadie sonrió. Ahora, ella (Maggie) se despide de los soldados mientras su reino se le escapa de las manos.

En el conteo de presentes, hubo muchos soldados ausentes por haber muerto en batalla: "There were too many spaces in the line". El cenotafio que se menciona es una tumba sin nombre que representa a los caídos en campaña pero cuyo cuerpo no fue recuperado.

Además, Waters sentencia que "después de la guerra disfrutamos lo que los soldados hicieron, pero en el fondo sentimos un dolor punzante. El cuchillo traicionero, cobarde y desleal que los poseedores del poder nos clavan. La guerra no sirve para nada bueno, es un juego de políticos que los asienta en el poder y les aumenta su influencia en la vida de todos los inocentes".









Estamos llegando a los mejores pasajes del disco. “The Final Cut”. El tema, es una proeza con alternancia de pasajes delicados con otros tremendamente intensos. Inicialmente se refería al último paso en la edición de una película, pero cobró otro significado: el último corte, la última herida antes de la muerte.

A parte de usarse el término Final Cut como "edición final" de una película, Waters lo utiliza aquí como sinónimo de suicidio. Los temores del Héroes se presentan aquí en la forma de alienación y pérdida de la confianza. Inseguridad por lo que los demás puedan pensar de él. Desconfianza de lo que le depara el futuro, por lo que decide tomar una cuchilla para abrirse las venas. No es la primera vez que se describe una situación así. En otros tiempos, los soldados que regresaron de la guerra sufrieron de lo mismo y terminaron quitándose la vida.

El punteo es una vez más antológico, y la interpretación vocal la más apasionada de todo el trabajo. Bajo un ambiente de piano, el héroe revisa sus fotos en campaña y los sentimientos que contienen. Su desesperación llega a un máximo explorado en "One of My Turns" y "Don´t leave me now", y se traduce en ruegos hacia sus más cercanos allegados.

La estrofa final te pone el corazón en un puño, y, por primera vez, permite vislumbrar un atisbo de optimismo: “Creí que podía mostrar mis sentimientos desnudos/ Echar la cortina abajo/ Sostuve la cuchilla con manos temblorosas/ Y entonces sonó el teléfono/ Nunca tuve el valor para hacerme el corte final”.

Confiesa que al encontrarse solo estuvo a punto de suicidarse, pero nunca tuvo las agallas de matarse. ¿Para qué?, ¿Si habían muerto millones de personas para nada?, ¿Si él había matado como un títere para entretener a los políticos?. Sencillamente suicidarse sería reafirmar lo contrario de sus sentimientos: ayudar al bando enemigo. Abrumador .

Son pasajes menos angustiosos, de más fácil escucha que las demenciales canciones de la primera parte. Así se confirma con la cañera  “Not Now John”, cantada a dos voces, con Gilmour en las partes más fuertes, al estilo “Young Lust” o “One of my Turns”.

Un ritmo que recuerda a "Sheep", "Time", "Money" o "Another Brick in The Wall Part 2" y representa la realidad y el individuo respectivamente. Un individuo que está sencillamente harto del mundo y sus problemas, y decide hacerle caso omiso y concentrarse en sus cosas y en estar tranquilo, mientras la realidad, cual demonios, trata de atraerlo, impidiéndole hacer su voluntad.

Además, la canción explora la relación entre Waters y Alan Parker durante la filmación de la versión cinematográfica de The Wall. Parker quería ponerle su toque a la película, sin hacer caso a las acotaciones de Waters. Waters, en la canción indica la visión de Parker: hacer un film para Hollywood, sin importar la temática sino la taquilla.

Otra referencia es la de shows reciclables (reusable shows), pudiendo representar las giras de Pink Floyd.

La canción incluye líneas inaudibles, cual mensajes secretos que nunca han sido decifrados. Probablemente no se hayan completado los versos, o sí pero con palabras vulgares al oyente. Incluso, el tema incluye la palabras "fuck", por la que fue censurada por la BBC al ofender a los compiladores de temas (disk-jockeys). Otra versión tuvo que ser grabada sustituyendo la palabra "fuck" con "stuff", siendo utilizada como promocional. Esta versión es conocida como "Obscured Version".




 Y el cierre baladístico, tan primaveral y tranquilo, que es “Two Suns in the Sunset”, otro de los mejores temas en toda la carrera del cuarteto, decelera considerablemente nuestras pulsaciones. Una canción que retrata un holocausto nuclear, dando como resultado final un mundo obsesionado con la guerra y el control.

La única forma en que la realidad total, incluída la de la guerra, aparece claramente ante los ojos del hombre, es cuando éste la sufre en su totalidad. Una bomba atómica crea el momento propicio y aparece como un segundo Sol en el atardecer. La muerte está ahí y los sentimientos no tienen donde esconderse. La humanidad ha llegado al punto de crear la muerte: su propia destrucción. "La carrera humana ha sido recorrida".

Hay un simbolismo aqui con lo de atardecer: puede tomarse literal o figurado. Si nos vamos a lo figurado, el atardecer de una vida es cuando se esta cerca del tiempo de morir. El personaje va en su auto, alejándose de la ciudad cuando súbitamente un doble resplandor le llega a los ojos: el sol, por un lado, y una iluminación causada por una explosión nuclear por el otro. Ya no necesitará suicidarse. De su muerte, otro se ha encargado.

La letra de la canción es una de las mejores de Roger. Un poema agresivo, realista y profético. Incluye las voces de unos niños durante la representación de un choque directo contra un camión, tras la cual el padre no verá sus caras ni oirá sus voces: una muerte instantánea, una muerte atómica donde la ley se olvida y se esfuma.

"Cuando el vidrio se derrite y las lágrimas se evaporan, finalmente se pueden entender los sentimientos de los pocos sobrevivientes de la guerra: todos somos iguales al final".

La batería no fue tocada por Nick, sino por Andy Newmark, debido a que Mason no pudo hacerlo como Roger deseaba:

"Finalmente pensé: no nos pongamos tan precisos acerca de esto, deja que Andy Newmark lo haga como tú quieres, en vez de tenerme semanas tratando de obtenerlo absolutamente estilísticamente bien". "Aún no me parece tan importante" .

Tiene un fragmento vocal potente en el centro, pero el tono es bucólico, suena al canturreo del soldado que mira al horizonte tras las colinas y parece haber encontrado, al fin, un poco de paz. Simplemente porque ha hallado una respuesta, una conclusión, las últimas palabras que Waters cantó en Pink Floyd: Amigos y enemigos, todos son iguales al final.

Al llegar al muinuto 05:01 se puede escuchar en el radio, que es lo único que quedó, curiosamente, funcionando: "...and now the weather. Tomorrow will be cloudy with scattered showers spreading from the east [...] with an expected high of 4000 degrees Celsius". Esto es una broma sobre la predicción de un climatólogo hablando de lluvias radioactivas y el calor causado por una explosión nuclear.

El disco se sume en el silencio tras un precioso solo de saxo por parte de un músico llamado Raphael Ravenscroft.



Grabación. El compositor y director de orquesta estadounidense, Michael Kamen (un contribuyente en las secciones orquestales de The Wall), medió entre Waters y Gilmour, e hizo de teclista, reemplazando al ausente Richard Wright. Contrataron a James Guthrie como ingeniero de sonido y sorprendentemente, Mason contó con la ayuda de Ray Cooper e incluso fue reemplazado por Andy Newmark en "Two Suns in the Sunset", ya que era incapaz de tocar los complejos cambios de tempo de la canción. Mason también se encargó del repetitivo estribillo "Maggie, what have we done?" (Maggie, ¿qué hemos hecho?). Para tocar el saxofón contrataron a Raphael Ravenscroft. La grabación tuvo lugar en la segunda mitad de 1982, en ocho estudios diferentes, entre los que se encontraba el estudio de la casa de Gilmour en Hookend Manor y los estudios Billiard Room de Waters en East Sheen. El resto fueron los estudios Mayfair, estudios Olympic, estudios Abbey Road, estudios Eel Pie, Audio International y estudios RAK.

Aunque Waters y Gilmour inicialmente trabajaron juntos, llegando incluso a jugar a Donkey Kong en su tiempo libre, la tensión dentro de la banda fue en aumento. Finalmente decidieron trabajar por separado. Andy Jackson (co-ingeniero) trabajó con Waters en las partes vocales, mientras que Guthrie trabajó con Gilmour en las piezas de guitarra. Se veían ocasionalmente para discutir sobre el trabajo completado y aunque esta metodología no era del todo inusual, Gilmour comenzó a notar la tensión. Kamen también comenzó a sentir la presión, Waters nunca fue un vocalista confidente, llegando incluso en una ocasión, después de varias tomas y notar que Kamen escribía algo en una libreta, a pedirle enfadado que le mostrase lo que escribía, para encontrar que el pianista había estado escribiendo repetidamente "I Must Not Fuck Sheep" ("No debo de follar ovejas").

Al igual que en lanzamientos previos de Pink Floyd, para The Final Cut se usaron efectos de sonido combinados con grabaciones de audio repletas de avances e innovaciones tecnológicas. Las contribuciones de Mason estuvieron limitadas casi exclusivamente a grabar efectos de sonido para el sistema holofónico experimental, una técnica de procesamiento de audio usada para añadir un efecto tridimensional a las grabaciones (The Final Cut es el segundo álbum de la historia en contar con esta tecnología). La técnica aparece en "Get Your Filthy Hands Off My Desert", haciendo que el efecto de una explosión parezca que envuelve al oyente. Los efectos utilizados en los anteriores álbumes de Pink Floyd también vuelven a aparecer, el viento de Meddle (1971) se reutiliza, al igual que partes de The Dark Side of the Moon (1973), Wish You Were Here (1975), Animals (1977) y The Wall (1979).

Después de meses de malas relaciones y de una confrontación final, se quitó a Gilmour de los créditos como productor, reflejando lo que Waters sentía acerca de sus pobres contribuciones a la hora de componer. Waters después admitió que también estuvo bajo una gran presión y que al principio de la producción de The Final Cut llegó a pensar que nunca más trabajaría ni con Gilmour ni Mason jamás. Aunque llegó a insinuar que lanzaría el disco como proyecto en solitario, Pink Floyd tenía contrato como EMI, por lo que era muy improbable que eso pasase. Además, Mason se mantuvo alejado de todo mientras lidiaba con problemas maritales.



Presentación. La compañía Hipgnosis, diseñadores de la mayoría del diseño artístico anterior de Pink Floyd, se había disuelto. Storm Thorgerson, miembro fundador, fue descartado para diseñar la portada, de lo que se encargó Waters, usando fotografías tomadas por su cuñado, Willie Christie. La portada muestra las amapolas típicas del día de los caídos y cuatro medallas de la Segunda Guerra Mundial sobre un fondo de tela negro. De izquierda a derecha las medallas son la Estrella de 1939-45, la Estrella de África, la Medalla de la defensa y la Cruz de vuelo distinguido.

El día de los caídos es un tema recurrente en el diseño del álbum. También aparecen varias imágenes de un soldado solitario en un campo. En el interior de la cubierta desplegable aparecen tres fotografías: La primera representa una mano extendida sujetando tres amapolas con un soldado en mitad de un campo a lo lejos. La segunda, muestra un soldador portando una máscara de soldador con una pequeña bandera japonesa, idéntico a la portada del sencillo "Not Now John". La tercera representa una explosión nuclear vista desde dentro de un coche, refiriéndose a "Two Suns in the Sunset". Dentro de la cubierta aparecen todas las letras de las canciones. La etiqueta de la Cara A del vinilo muestra un campo de amapolas, mientras que la Cara B muestra un soldado apuñalado por la espalda, tirado en el suelo cerca de un campo de amapolas. A su lado se ve un perro sentado. La contraportada representa a un soldado de pie sujetando un carrete, con un cuchillo sobresaliendo de su espalda7 (según Schaffner, el carrete y el cuchillo podrían reflejar la tumultuosa relación de Waters con Alan Parker durante la grabación de The Wall).

Lanzamiento y recepción. The Final Cut se lanzó en el Reino Unido el 21 de marzo de 1983 y llegó al puesto número uno de la lista de álbumes de ese país, algo que ni The Dark Side of the Moon ni The Wall habían logrado. Su lanzamiento en Estados Unidos el 2 de abril, sin embargo, tuvo menos éxito, llegando sólo al puesto número seis de la lista Billboard 200. "Not Now John" se lanzó como sencillo y consiguió entrar en el UK Top 30, con el estribillo "Fuck all that" (Que jodan a todo eso) censurado y cambiado por "Stuff all that" (Que le zurzan a todo eso). A pesar de su éxito, el disco recibió reseñas mezcladas. Melody Maker dijo que era "un hito en la historia de lo horroroso...", mientras que el crítico de Rolling Stone' Kurt Loder lo vio como "esencialmente un álbum en solitario de Roger Waters..., un logro superlativo a varios niveles". Robert Christgau escribió que "es reconfortante encontrar rock antibélico que tiene el peso de años de autocompasión detrás..." concediéndole una valoración de C+.

Con más de un millón de copias vendidas en Estados Unidos, la Recording Industry Association of America (RIAA) certificó The Final Cut platino en mayo de 1983, consiguiendo la certificación de doble platino en 1997. A pesar de esto, The Final Cut fue el álbum menos vendido de Pink Floyd en Estados Unidos y el resto del mundo desde Meddle. Más adelante Gilmour reivindicó que este relativo fracaso comercial reafirmaba su comentario de que mucho del material que se encuentra en el disco era flojo.

"[The Final Cut] es muy bueno, pero no es como personalmente vería un álbum de Pink Floyd".
David Gilmour (1983)

Para acompañar al álbum, se lanzó un cortometraje llamado The Final Cut. La película, basada en una selección de canciones del disco, fue producida por Waters y dirigida por su cuñado Willie Christie.  En ella se ve a Waters contándole sus secretos más íntimos a un psiquiatra llamado A. Parker-Marshall. También aparece en la película Alex McAvoy, quien ya había participado en Pink Floyd The Wall.

The Final Cut se lanzó en formato de disco compacto en 1983, mientras que se lanzó una versión remasterizada y reempaquetada a través de EMI en Europa, y a través de Capitol Records en Estados Unidos en 2004; este último incluye la pista adicional "When the Tigers Broke Free". Además, en 2007 se lanzó otra versión remasterizada como parte de la caja recopilatoria Oh, by the Way, empaquetada en una réplica en miniatura de la portada original del LP.

Legado. Después del lanzamiento de The Final Cut, cada miembro de la banda pasó a trabajar en proyectos en solitario. Gilmour grabó en 1984 About Face, usándolo para expresar sus sentimientos sobre varios tópicos, desde el asesinato del músico John Lennon, a su relación con Waters, quien también comenzó una gira de apoyo de su nuevo álbum en solitario, The Pros and Cons of Hitch Hiking. Mason lanzó su segundo lanzamiento en solitario Profiles en agosto de 1985.

En 1985, Waters anunció su abandono de la banda, ya que pensaba que Pink Floyd había "perdido fuelle". Apeló a la justicia para prevenir que el nombre "Pink Floyd" pudiese seguir utilizándose. Sus abogados descubrieron que la asociación nunca se confirmó oficialmente y Waters volvió a los tribunales para intentar conseguir vetar que se pudiese usar el nombre en el futuro. Los abogados de Gilmour respondieron con un comunicado de prensa que afirmaba que Pink Floyd seguiría existiendo, llegando a decirle a un reportero del Sunday Times que "Roger es el perro del hortelano y vamos a pelear con él...".

Waters se puso en contacto con EMI y Columbia dejando de manifiesto su intención de abandonar la banda, pidiéndoles que le liberasen de sus obligaciones contractuales. Con un caso legal pendiente, decidió prescindir de los servicios de O'Rourke y contrató a Peter Rudge para manejar sus asuntos. Poco después contribuyó en la banda sonora de When the Wind Blows y después grabó su segundo álbum en solitario, Radio K.A.O.S..

The Final Cut, a menudo es visto de facto como un trabajo en solitario de Waters, debido a la combinación de la parcial ruptura de Pink Floyd y a la dominación lírica de Waters en el proyecto. La cualidad personal de las letras se achaca al empeño de Waters por luchar con la desesperación que le provocaba el cambio social que estaba sufriendo el Reino Unido y a la pérdida de su padre en la Segunda Guerra Mundial.

A pesar de esto, los solos de guitarra de Gilmour en "Your Possible Pasts" y "The Fletcher Memorial Home" a veces se comparan con sus mejores trabajos en The Wall. Reseñas más recientes del álbum mencionan la importancia de la ruptura de la banda. Stephen Thomas Erlewine, crítico de allmusic dijo: "Con su furia, énfasis en las letras y texturas sónicas, está claro que es el disco que Waters quiso que fuera. Y está igual de claro que Pink Floyd no podía haber seguido en esta dirección", mientras que Stylus Magazine escribió: "Trata de perseguir algo más grande, incluso cuando tienes todo el dinero que jamás pudieses querer. Y fracasar o tener éxito de forma brillante. Depende de ti decidir si el álbum es un éxito o un fracaso, aunque yo me decantaría por la primera opción en cualquier momento". Sin embargo, Mike Diver de Drowned in Sound fue menos generoso: "Los rayos de luz son pocos y muy distantes entre ellos e incluso sobre el papel los títulos de las pistas, incluyendo 'The Gunner's Dream' y 'Paranoid Eyes', sugieren una ardua escucha. Q Magazine lo incluyó en una lista de los diez álbumes más deprimentes de todos los tiempos. He dicho bastante, creo".


Covers y multimedia














                                         


Pink Floyd : "The Final Cut" (Video EP).

A principios de los años ochenta empezo a emerger una nueva forma de promocionar temas musicales, el famoso video-clip (la técnica de conceptualizar visualmente un tema musical), ello significó que la cadena mas importante de emisión de videos creciera vertiginosamente así como un público cada vez más deseoso de ver imágenes, imágenes e imágenes.

Varios grupos progresivos no escaparon a la tentación de realizar videos para darse a conocer hacia un sector más popular; quien no se acuerda de "Sleepless" de King Crimson o "Subdivisions" de Rush, solo por mencionar algunos. Pink floyd tambien hizo lo suyo, ya se habia editado "The Wall"(video film conceptual) con excelentes resultados gracias a la estupenda dirección de Alan Parker y la brillantez de Gerald Scarfe.

Por esos años, especificamente en 1983, Waters tomo la decisión de editar un video promocional como "adendum" para el disco The Final Cut. Dicho cortometraje seccionado fue dirigido por Willie Christie y el mismo Waters se encargó del guión con un concepto muy freudiano.

El video lo conforman 4 piezas del disco que estan ligadas tematicamente, hay un excelente manejo de la elipsis cinematográfica y se incluyen algunas tomas de archivo (footage). Tal vez TFC se podria catalogar como uno de los videos más largos de la historia (19 min.) y un video enteramente conceptual, diriamos que tipicamente "progresivo". Como curiosidad mencionar que el personaje del veterano obsesionado lo hace Alex McAvoy, el que todos conocemos como el maligno profesor en "The Wall".

Los temas incluidos, en el entonces formato vhs, son: "The Gunner's Dream", "The Final Cut", "Not Now John" y "The Fletcher Memorial Home".



                                         





Músicos

Pink Floyd

Roger Waters: voz principal, bajo, sintetizador, efectos de sonido, guitarra acústica, diseño portada, producción.

David Gilmour: guitarra, voz, voz principal en "Not Now John".

Nick Mason: batería, percusión, efectos de sonido (con holofónicos).


Músicos adicionales

Andy Bown: Hammond.

Ray Cooper: percusión.

Michael Kamen: piano, armonio, dirección y arreglos de la National Philharmonic Orchestra, producción.

National Philharmonic Orchestra.

Andy Newmark: batería en "Two Suns in the Sunset".

Raphael Ravenscroft: saxofón tenor.

Producción

Willie Christie: fotografía.

James Guthrie: masterización, productor discográfico, ingeniería, remasterización de la reedición de 2004.

Andrew Jackson: ingeniería de sonido.

Doug Sax: masterización, remasterización de las ediciones de 1994 y 1997.







Letras traducidas 
al español

EL SUEÑO DE POSTGUERRA

Dime la verdad,
dime por qué fue Jesús crucificado.
¿Es por esto por lo que murió papá?
¿Fue por tí?,¿fue por mí?
¿Vi demasiada televisión?
¿Es una sombra de acusación
eso que veo en tus ojos?
Si no fuese por los nipones,
Que son tan buenos construllendo navios
Los astilleros aún estarían abiertos en Clyde
Y eso no puede
divertirles mucho,
Con todos sus niños suicidándose
¿Qué hemos hecho, Maggie?, ¿qué hemos hecho?
¿Qué le hemos hecho a Inglaterra?
¿Deberiamos gritar?,¿deberiamos chillar?
"¿Qué pasó con el sueño de la postguerra?"
oh Maggie, Maggie ¿Qué hemos hecho?


TUS POSIBLES PASADOS

Revolotean tras de ti tus posibles pasados
Unos con ojos iluminados y enloquecidos,
otros asustados y perdidos.
Una advertencia para que tengan cuidado
Quienesquiera que aún estén al mando
De su posible futuro
En abandonados apartaderos
las amapolas se entrelazan
Con camiones de ganado que esperan
la siguiente ocasión.
¿Te acuerdas de mí?, ¿de como éramos?
¿Crees que deberíamos estar más cerca?
Ella permanecía de pie en la puerta con
el fantasma de una sonrisa
Rondando su rostro como un letrero de
hotel bararo
Y sus fríos ojos implorando a los hombres sus impermeables
Por el oro de sus bolsas o los cuchillos
en sus espaldas.
Acercándose valientemente uno extendió
su mano.
Y dijo, "yo no era más que un niño entonces,
ahora soy sólo un hombre"

¿Te acuerdas de mí?, ¿de como éramos?
¿Crees que deberíamos estar más cerca?
Por los fríos y religiosos fuimos tomados de la mano,
Ellos nos enseñaron cómo sentirnos bien
y nos ordenaron sentirnos mal.
Con las lenguas atadas y aterrorizados
aprendímos a rezar.
Ahora nuestros sentimientos se vuelven
profundos y fríos como la arcilla
Y esparcidas detrás de nosotros,
las pancartas y banderas
De nuestros posibles pasados yacen hechas siete
girones.
¿Te acuerdas de mí?, ¿de como éramos?
¿Crees que deberíamos estar más cerca?.


UNO DE LOS POCOS

Cuando tú eres uno de los pocos en aterrizar de pie
¿Qué haces para atar cabos?
Enseña
vuélvelos locos, ponlos tristes, hazles sumar dos y dos
Conviértelos en mí
conviértelos en tí, hazles hacer lo que tú quieras que hagan.
Hazles reír, hazles llorar
hazles tumbarse y morir.


EL REGRESO DEL HEROE

Jesús, Jesús,¿Qué es todo esto?
Intentando enderezar a estos pequeños
ingratos a tortazos
Cuando yo tenía su edad, todas
las luces se apagaron
No había tiempo para gimotear
o andar por ahí alicaído.
E incluso ahora parte de mí sobrevuela
desde en "Ángeles 1.5"
Y aunque ellos nunca podrán sondearlo,
detrás de mi sarcasmo yacen
recuerdos desesperados.

Cariño, cariño,¿Estás
profundamente dormida?,Muy bien,
Porque son los únicos momentos
en que realmente puedo hablarte
Y hay algo que he cerrado
bajo llave para que
pueda resistir la luz del día.

Cuando regresamos de la guerra
las pancartas y banderas
colgaban de cada puerta.
Bailamos y cantamos en las calles y
Las campanas de la iglesia repicaron.
Pero, ardiendo en mi corazón, 
Sigue en mí brasa viva el recuerdo
de las últimas palabras del artillero
por el intercomunicador.
hazles tumbarse y morir.


EL SUEÑO DEL ARTILLERO

Flotando a través de las nubes
Recuerdos descienden velozmente hasta mí
En el espacio, entre los cielos
y en la esquina de algún campo extranjero
yo tuve un sueño
yo tuve un sueño
adiós Max
Adiós Max
Después del servicio, cuando vas caminando
lentamente hacia el coche
y la plata de su pelo brilla en el frío
aire de noviembre
Oyes la campana doblar
Y palpas la seda de tu solapa
Y mientras las gotas de llanto se elevan
para encontrarse con el confort de la banda
Tu tomas su frágil mano
Y te aferras al sueño

Un lugar donde estar
Lo bastante para comer
En alguna parte viejos héroes se arrastran
a salvo calle abajo
Donde puedes hablar en voz alta
De tus dudas y temores
Y lo que es más, nadie desaparece nunca
Jamás oyes su edición estandard pateando en tu puerta 
Tu puedes relajarte en ambos lados
de la grabación
Y los maníacos no agujerean a los hombres de la banda
por control remoto
Y todo el mundo tiene acceso a la ley
Y ya nadie mata a los niños
Y ya nadie mata a los niños.

Noche tras noche
Dando vueltas y más vueltas en torno
a mi cerebro
Un sueño me está volviendo loco.
En la esquina de algún campo extranjero
Duerme esta noche el artillero.
Lo hecho hecho está.
No podemos sencillamente describir
su escena final.
Cuidado con su sueño.
Tened cuidado.


OJOS PARANOICOS

Cierra el pico, no dejes que el escudo resbale.
Agarra bien tu máscara antibalas.
Y si ellos intentan desmoronar tu disfraz
con preguntas
Puedes esconderte esconderte esconderte
Tras ojos paranoicos.
Te pones tu cara valiente y cruzas la calle para tomar una jarra.
Fijando tu amplia sonrisa mientras te apoyas fortuitamente sobre la barra
Riéndote demasiado alto del resto del mundo
Con los muchachos de la multitud
Te escondes escondes escondes
Tras ojos petrificados.

Creíste sus historias de fama
fortuna y gloria.
Ahora estás perdido en una bruma de alcohol en tu tierna mediana edad.
El pastel en el cielo resultó estar a millas y millas de altura
Y tú te escondes escondes escondes


QUITA TUS ASQUEROSAS MANOS DE MI DESIERTO

Brezhenev tomó Afganistán
Begin tomó Beirut
Galtieri tomó la bandera del Reino Unido
y Maggie un día, después del almuerzo
cogió un crucero con todos sus hombres
evidentemente hara hacérsela devolver
tras unos ojos marrones y mansos.


EL HOGAR CONMEMORATIVO FLETCHER

Llevad a todos vuestros niños superdesarrollados a algún lugar lejano
Y contruidles un hogar, un pequeño rincón que sea sólo suyo
El hogar conmemorativo Fletcher
Para tiranos y reyes incurables.
Y allí ellos puedan aparecer
ante sí mismos cada día
En circuito cerrado de televisión.
Para asegurarse de que todavía son reales.
Es la única conexión que sienten.
"Damas y caballeros, por favor, den la bienvenida a Reagan y Haig
al señor Begin y amigos, a la señora Thacher y Paisley,
"Hola Maggie"
Al señor Brezhnev y compañía
al fantasma de Maccarthy
a las memorias de Nixon.
"Adios"
y, ahora, para añadir color, a un grupo de anónimos magnates
latinoamericanos de las conservas cárnicas.

¿Esperaban que las tratáse
con algún respeto?

Pueden sacar brillo a sus medallas y acentuar sus sonrrisas,
Y divertirse haciendo juegos
durante un tiempo
bum, bum, bang, bang, cáete al suelo, estás muerto.

A salvo bajo la mirada permanente de un
frío ojo de cristal
Con sus juguetes favoritos
Serán buenas chicas y buenos chicos
En el hogar conmemorativo Fletcher para
explotadores coloniales de vidas y cuerpos.
¿Está todo el mundo dentro?
¿Lo estáis pasando bien?
Ahora puede ser aplicada la solución final.

EL MUELLE DE SOUTHAMPTON

Desembarcaron en el 45
Y nadie habló ni sinrió
Había demasiados espacios en la línea
Reunidos en el cenotafio
Todos acordaron con la mano en el corazón
Envainar los cuchillos sacrificiales
Pero ahora
Ella está de pie sobre
el muelle de Southampton
Con su pañuelo
Y un vestido de verano
Se adhiere a su cuerpo mojado bajo la lluvia.
En silenciosa desesperación; con los nudillos
Blancos sobre las resbaladizas riendas
Ella airosamente dice adiós con la mano
a los muchahcos una vez más.
Y la lancha oscura sigue extendiéndose
entre sus omóplatos
Un mundo recordatorio de los campos
de amapolas y las tumbas.
Y cuando la lucha hubo acabado
Nosotros gastamos cuanto ellos habían hecho
Pero en el fondo de nuestros corazones
Sentímos el corte final.

EL CORTE FINAL

A través de las lentes de ojo de pez de
unos ojos bañados en lágrimas
Apenas puedo definir la forma
de este momento en el tiempo
Y lejos de volar alto en cielos claros y azules
Estoy descendiendo en espiral al agujero en el suelo donde me escondo.
Si consigues sortear las minas esparcidas en la senda de entrada
Y golpeas a los perros y engañas a los fríos ojos eloctrónicos
Y sales ileso de la escopeta que
amenaza en el vestíbulo
Marcas la combinación,
abres el *escondrijo secreto
Y, si yo estoy dentro, te diré lo que hay
detrás del muro.

Hay un muchacho que tuvo
una gran alucinación
Haciendo el amor con chicas de las revistas
Se pregunta si estás durmiendo con tu recién hallada fé
¿podría alguien amarlo?
¿O no es más que un sueño fantasioso?.

Y si yo te muestro mi lado oscuro
¿Me abrazarás esta noche todavía? 
Y si te abro mi corazón
Y te enseño mi lado débil
¿Qué harías tú?
¿Venderías tu historia a Rollong Stone?
¿Te llevarías a los niños lejos
Y me dejarias solo?
Y sonreirías tranquilizadoramente
Mientras susurras al teléfono?
¿Me mandarías a la porra?
¿O me llevarías a casa?

Pensé que debía tener
mis sentimientos desnudos,
Pensé que debía echar abajo la cortina.
Sostuve la hoja con manos temblorosas
Dispuesto a hacerlo, pero justo entonces
el teléfono sonó
Nunca tuve el nervio suficiente
para hacer el corte final.


AHORA NO, JOHN

A la mierda todo eso,
tenemos que seguir adelante con éstos
Tenemos que competir con
los astutos japoneses
Hay demasiados hogares ardiendo
Y no suficientes árboles
Así que a la mierda con todo eso
Tenemos que seguir adelante con estos.
No puedo parar
perdo trabajo,
la mente ida,
silicona
qué bomba
escapa
el día de pago,
haz heno
derummbarse
necesita arreglo,
seis grande
clickity click
espera,
oh no
brrrrrbingo!

Hazles reír,
hazles llorar,
hazles bailar en los pasillos
hazles pagar,
hazles quedarse,
hazles sentirse bien.

Ahora no John
Tenemos que seguir adelante con la royección
Hollywwod espera al final del arco iris
¿A quién le importa de qué trata
Con tal de que los chicos vayan?
Ahora no John
Tenemos que segir adelante con el show.

Espera, John
Tenemos que segir adelante con esto
Yo no sé lo que es
Pero se ajusta aquí como......
Ven cuando acabe el turno
E iremos a enmierdarnos.
Pero ahora no, John
Tengo que seguir con esto.

Espera, John
Creo que ponen algo bueno
Yo solía leer libros pero......
Tal vez sean las noticias
O algún que otro insulto
O tal Vez se trate de un programa reutilizable

A la mierda con todo eso,
tenemos que seguir adelante con éstos
Tenemos que competir con
los astutos japoneses
No hay nececidad de
preocuparse por los vietnamitas.
Hay que someter al oso ruso
Bueno, quizás los suecos;
Hemos enseñado a Argentina
Ahora vayamos y enseñemos a éstos
A ponernos de mal humor
Y ¿no estaría Maggie encantada?
¡na na na na na na!

S´cusi,¿dove il bar?
(¿donde?)
se para collo pou eine toe bar?
s´il vous plait, ¿ou est le bar?
¡ey!, ¿dónde está ese maldito bar, John?


DOS SOLES EN EL OCASO

El sol se está poniendo en mi
espejo retrovisor
Sumíendose tras los puentes de la carretera
Y yo pienso en todas las cosas buenas
Que hemos dejado por hacer
Y tengo malas premeniciones
Confirmo sospechas
Sobre la venida del holocausto
El alambre que sostiene el corcho
Que mantiene dentro la cólera cede
Y, de pronto,
Es de día otra vez
El sol está en el este
Aun cuando el día está acabado
Dos soles en el ocaso
hmmmmm
Tal vez la carrera humana se haya terminado.

Como el momento en que los
frenos se cierran.
Y resbalas hacia el gran camión
(¡Oh no!)

Alargas con tu miedo los helados momentos
Y nunca oirás sus voces
Y nunca verás sus caras
Ya no puedes recurrir más a la ley
mientras el parabrisas se hunde 

Mis lágrimas se evaporan
Dejando solamente
carbón vegetal que defender.
Por fin entiendo los sentimientos de los pocos
Cenizas y diamantes
Enemigo y amigo
TODOS ERAMOS IGUALES AL FINAL.









Desbandada general, proyectos en solitario
y lios judiciales

Tras "The Final Cut" la banda se encuentra parada, Richard Wright fuera del grupo, un Waters que –todos empiezan a sospechar- tiene intenciones de "matar" al grupo... La atmósfera no es la más edificante. Se huele la catástrofe, y David Gilmour no desea que le pille desprevenido. Inicia la grabación de un álbum en solitario, su primero desde su debut en 1978. Son los síntomas de la desbandada general. Ya no hay más conciertos de Pink Floyd. Waters quiere que el dinosaurio descanse en paz, y los demás utilizan el "impase" para probar aventuras solitarias, pero eso no significa que den por finalizada la carrera del grupo.

El enfrentamiento Waters-resto de Pink Floyd –que, en estos momentos, se reduce a Gilmour y Mason- es claro y nada disimulado. Así entramos en la etapa más desagradable de la historia del grupo, la de las casi interminables batallas personales y legales entre las dos partes, que, artísticamente, ocupan su tiempo en proyectos dispares hasta la reflotación del grupo, ya en 1987. Waters quiere enterrar a Pink Floyd. Gilmour y Mason desean seguir sin él.

David Gilmour está literalmente harto de hacer de comparsa de las "locuras" de Roger Waters y construye su propia nave, de la cual sólo él es responsable. Así, en marzo de 1984, ve publicado su álbum en solitario, "About Face". Un disco que cuenta con una lustrosa lista de invitados, desde músicos de sesión todo terreno –como el desaparecido Jeff Porcaro o Pino Palladino- hasta ilustres figurones del rock de los setenta como Stevie Winwood o Jon Lord – veterano teclista de Deep Purple-.

Gilmour comparte con Bob Ezrin las tareas de producción. Pero el guitarrista, lejos de conformarse con la edición del elepé, tiene una carta en la manga: presentar el trabajo a lo largo de una gira mundial, la primera que realiza bajo su nombre. Gilmour recluta un grupo de músicos de entre los que destaca Mick Ralphs –guitarrista de Bad Company que en estos momentos parecen desaparecidos- y Chis Slade – ex-batería miembro de los The Firm de Jimmy Page y, actualmente, de AC/DC-. Completan el grupo Raphael Ravenscroft –saxo-, Gregg Dechart -teclados- y Jody Lindscott –percusión-.



La gira de David Gilmour tiene dos partes: Europa y Estados Unidos. La primera arranca el 31 de marzo de 1984 en el National Stadium de Dublín. Tras pasar por el Reino Unido, Bélgica, Francia, Suiza, República Federal de Alemania, Suecia y Dinamarca, culmina el 30 de abril en el Hammersmith Odeon del Londres. Además de presentar el material de "About Faces", Gilmour incluye en sus "shows" la interpretación de tres temas de su primer álbum en solitario, "David Gilmour": "Mihalis", "There´s No Way Out Of Here" y "Short “And Sweet". Y aquí no acaba todo, ya que también hay sitio para dos piezas de Pink Floyd: "Run Like Hell" y "Comfortably Numb".

El 9 de mayo comienza en Quebec la gira americana, que incluirá también conciertos en Montreal, Ottawa, Toronto, Nueva York, Boston, New Haven, Filadelfia, Washinton y otras ciudades, ninguna de ellas en la Costa Oeste. Gilmour se resiste a quemar las naves. Por supuesto, mientras David Gilmour pasea su álbum por el mundo, Waters no pierde el tiempo.

Su primer álbum en solitario –"Music From The Body" aparte- está ya listo. Se titula "The Pros And Cons Of Hitch-Hiking" (Los pros y los contras de hacer auto-stop) y resulta, cuanto menos, algo más convincente que "The Final Cut". Coproducido con Michael Kamen, el álbum cuenta con la colaboración de, entre otros Eric Clapton, David Sanborn y los polivalentes Ray Cooper y Raphael Ravenscroft.

Una vez más, el álbum está planteado de forma conceptual partiendo de un sueño y siguiendo un esquema cronológico, en el que a cada canción le corresponde un minuto. La crítica, es relativamente benebolente con el disco, aunque la portada, que muestra a una chica desnuda haciendo autostop, despierta las iras de algunos grupos feministas, que en estas épocas no dan abasto.



Al igual que su ex-colega de grupo, Waters piensa también en presentar el álbum en vivo, para ello recluta a una banda sin duda espectacular: Eric Clapton –guitarra y voz-, Tim Remwick -guitarra- , Chis Stainton –teclados y bajo-, Michael Kamen –piano-, Andy Newmark -batería-, Mel Collins –saxo-, Doreen Chandler –coros- y Katie Kissoon –coros-. Una formación de lujo con la que presentará por América y Europa el contenido de su nueva obra además de alguna sorpresa. Casualmente –o quizá no tanto-, la gira de Waters comienza el mismo día que David Gilmour termina la suya en Nueva York. Es el 16 de julio de 1984, y Roger Waters se presenta en el Isstadion de Estocolmo.

Tras dos actuaciones en la capital sueca, vuela a Rotterdam, Londres –Earls Court-, Solhull, Zurich y París. De ahí, a América, terminando el 31 de agosto en Montreal. Un "tour" más corto que el de Gilmour, quien, por cierto, en noviembre participa en una "cumbre" de guitarristas organizada en New Yersey bajo el nombre de "Guitar Greats", y junto a personajes como el histórico Link Wray, Tony Iommi – de Black Sabbath-, Dave Edmunds y Neal Schon – de Journey-, Gilmour interpreta "Murder", de su "About Face", y participa en un apoteósico "Johnny B. Goode" final.

El 18 de marzo de 1985, Waters inicia la segunda parte de su gira americana en Detroit. Hay cambios de personal: Clapton y Renwick son sustituidos por Jay Stapley y Andy Fairweather-Low, y Chris Stainton desaparece sin que nadie ocupe su plaza. Además, destaca una novedad en el repertorio: "Hey You" es desechada y entra en el set "Another Brick In The Wall". El "tour" termina el 14 de abril en Tampa. Pero el objetivo de David Gilmour no es construir una respetable carrera en solitario.

Su álbum y su gira son, en realidad, un mero entretenimiento para hacer tiempo mientras se fragua un retorno de Pink Floyd al que él cree tener todo el derecho. Waters no opina lo mismo, y el fuego cruzado entre ambas partes se hace más y más encarnizado tanto a través de declaraciones a la prensa como en los tribunales."Me gustaría pensar que "The Final Cut" fue realmente el final de Pink Floyd", declara el cantante y bajista. Gilmour, mientras, prepara sus cartas y se descarga con declaraciones como "Los trabajos de Roger Waters expresan la necesidad de liberar su naturaleza negativa". La guerra está abierta.

El año 1985 transcurre entre la gira americana de Waters, la edición del álbum de Nick Mason y Rick Fenn –"Profiles"- y la inesperada aparición de David Gilmour en el festival Live Aid –festival en ayuda a Etiopía montado el 13 de julio en Wembley Stadium de Londres y organizado por Bob Geldof- como componente de la banda de Bryan Ferry. Junto al ex-cantante de Roxi Music, Gilmour interpreta "Bois And Girls", "Sensation", "Slave To Love"- las tres, del álbum de Ferry del mismo título, recién editado- y "Jealous Guy" – de John Lennon-. Además de Ferry y Gilmour, están sobre el escenario Neil Hibbard -guitarra-, Chester Kamen -guitarra-, Jimmy Maelen –percusión, Andy Newmark -batería-, Marcus Miller -bajo-, Jon Carin -teclados-, Michelle Cobbs –coros-, Ednah Holt –coros- y Fonzi Thornton –coros-.



El episodio final del festival incluye la interpretación del tema benéfico "Feed The World", en la que Gilmour también toma parte. Por otra parte, el álbum de Mason junto a Rick Fenn no despierta grandes pasiones. Fenn es un cantante y guitarrista que ha colaborado con Mike Oldfield –álbum "QE2", de 1980-, con los australianos 10cc- "Live And Let Live", de 1977, "Bloddy Tourists", 1978, y "Lock Hear", 1980- así como con su líder Graham Gouldmam –de 10cc, álbum "Animalympics", 1980-.

Pese a la participación de nombres de gancho comercial como el propio David Gilmour, Mel Collink –saxofonista todo terreno- y Maggie Reilly –colaboradora habitual de Mike Oldfield-, el álbum, dicho claramente, pasa sin pena ni gloria. En Septiembre, Mason lo promociona en los medios de comunicación británicos sin que estos se muestren muy receptivos a su propuesta.

Este mismo mes se extrae el single "Lie For A Lie", tema que cuenta con la presencia de la guitarra de Gilmour. Medio Pink Floyd en funcionamiento. El 11 de octubre, David Gilmour reaparece en otro asunto para hacer tiempo mientras se fragua el retorno a las tablas del grupo de su vida. Se trata del primero de una serie de conciertos en Gran Bretaña junto a Pete Townshend, el histórico guitarrista de The Who. Uno de esos conciertos se publica en vídeo, bajo el título de "Pet Townshend –Depp End/Live". La cinta incluye dieciocho temas, entre ellos clásicos del repertorio de The Who como "Won´t Get Foolded Again", "Magic Bus" o "Pinball Wizard", temas del "White City" de Townshend y un corte cantado por Gilmour que no es otro que "Love On The Air", de su segundo álbum en solitario, "About Face". La banda cuenta con Simon Phillips -teclados-, Jodi Linscott –percusión- y Peter Hope-Evans –armónica-, además de coristas y sección de viento.

En diciembre de 1985, Roger Waters manda una carta a la discográfica EMI declarando que abandona oficialmente Pink Floyd. Con ella, pretende dar carpetazo definitivo a la historia del grupo, pero sus ex-compañeros no le siguen el juego. El 9 de febrero de 1986, Gilmour realiza su última actuación antes de la reforma de Pink Floyd. En esta ocasión el evento consiste en una colaboración con la fundación en ayuda a los afectados por el terremoto de Colombia, celebrado en el "Royal Albert Hall", de Londres. Junto a él, están los ya conocidos Merchán, Phillips, Linscott, Bundrick y Kamen, además de Billy Nichols y Mick Ralphs. El repertorio cuenta con "You Know I´m Right", "Out Of The Blue"- ambas de "About Face"-, y dos guiños al pasado Floyd: "Run Like Hell" y "Comfortably Numb".

En octubre, se estrena la película "When The Wind Blows", - en España "Cuando el viento sopla"-, una producción de dibujos animados dirigida por Jimmy T. Murakami y centrada en el holocausto nuclear. En su banda sonora, además de canciones de David Bowie – que firma y canta el tema principal-, Hugh Cornweel – de Stranglers- Genesis y Squeeze, figuran diez temas –cortos de Roger Waters, todos ellos basados en la temática bélica y apocalíptica.



Al mismo tiempo, Mason y Rick Feen componen la música de la película "White Of The Eye", un "triller" dirigido por Donald Cammell y basado en la novela "Mrs. White", de Margaret Tracy. Una banda sonora que no ha sido nunca editada en disco. Son los últimos movimientos antes de la tempestad.

A principios de noviembre de 1986, se hace publico que Roger Waters ha presentado una demanda contra sus ex-compañeros por sus intentos de rebautizar Pink Floyd sin él. Waters declara que el proyecto del grupo se encuentra "creativamente desgastado" y que desea que no se lleve a cabo para mantener su prestigio: "Se debe reconocer que los Pink Floyd se han separado. Esta acción legal evitará los posibles malentendidos porque la banda no existirá más". En estos momentos, se sabe que Gilmour, Mason y un recuperado Wright están gravando nuevo material con la intención de editarlo bajo el mítico nombre, y Waters, como era de esperar, actúa.

El viejo líder realiza declaraciones reveladoras sobre su relación con el resto del grupo durante los últimos años: "Grabar "The Final Cut fue un purgatorio". Hubo diferencias personales, política, filosóficas y musicales. A David Gilmour no le gustaban algunas de las canciones. "No le gustaba que yo criticara la intervención del Gobierno conservador en el Atlántico sur, y no presentaba ninguna alternativa". El motivo de la demanda de Waters es que éste se entera de que Gilmour y Mason han abierto una cuenta para "el nuevo proyecto de Pink Floyd". David Gilmour, por su parte, no se muerde la lengua y contraataca: "Por lo que a nosotros respecta, Roger Waters dejó el grupo el pasado mes de diciembre y el resto no tenemos ninguna intención de disolver la banda o de no llamarnos Pink Floyd. Nadie ha dicho que el nombre Pink Floyd sea enteramente suyo. Cualquiera de nosotros que lo haga es extremadamente arrogante". En medio de las tempestades, EMI, pese a su declaración de "neutralidad", toma partido por Gilmour, ya que soporta económicamente todo el peso del proceso legal.

A finales de diciembre, la revista británica "Q Magazine" anuncia que Waters será autorizado por el Alto Tribunal de Londres para disolver oficialmente Pink Floyd. Se equivoca. Poco después, la noticia de que Gilmour y Mason –Wright queda al margen del entente- tienen plenos derechos sobre el nombre del grupo inunda los teletipos de todo el mundo. Waters debe callar y encajar la derrota. El año 1987 es el del retorno por la puerta grande de Pink Floyd. Una resurrección, eso sí, castrada ante la ausencia de Roger Waters, que genera cierto escepticismo por parte de la afición y la prensa. El papel de Waters a lolargo de la historia del grupo ha sido clave, y la perspectiva de unos Pink Floyd sin él aparece un tanto nebulosa. Una situación que recuerda a casi veinte años atrás, cuando Syd Barrett, cerebro de los primeros años del grupo, "abandonó para lanzarse en solitario".



Mientras se fragua la espectacular maniobra de "come back", Mason y Gilmour compaginan su trabajo conjunto con otras actividades. En febrero, Nick Mason se incorpora como batería, únicamente para un concierto en Frankfurt, del Michael Mantler Proyect. También está allí su colega Rick Fenn -guitarra-, John Greaves -bajo-, Jack Bruce –el mítico ex Cream, voz- y Don Preston -teclados-. El concierto inicialmente emitido por un canal de televisión alemán, será editado en octubre como álbum en vivo bajo el titulo de "Live".

También David Gilmour combate la transcendencia del nuevo álbum de Pink Floyd con otras aventuras. En febrero participa en la Charity Guitar Jam –a beneficio de los niños maltratados-, en Londres, donde interpreta la beatleiana "Get Back" junto a músicos como Albert Lee –ex Heads, Hands And Feet, entre otras muchas historias- y Neil Murray –Whitesnake, ex Colosseum II y Gary Moore.

Entre los días 26 y 29 de marzo, Gilmour y Mason intervienen en "The Secret Policeman´s Third Ball", un concierto en apoyo a Amnistía Internacional celebrado en el London Palladium. Ambos se incorporan a una banda que acompaña a Kate Bush junto a Tony Franklin -bajo-, Stuart Elliot -batería- y Kevin McAlea -teclados-. Los temas interpretados son "Running Up That Hill" –de Kate Bush álbum "Hounds Of Love"- y la clásica de los Beatles "Let It Be".



Como cierre del evento, todos los participantes realizan una versión de "I Shall Be Relleased", de Bob Dylan. Además de Gilmour – que curiosamente toca el bajo-, y Mason, están sobre las tablas Lou Red, Peter Gabriel, Mark Knopfler, Bob Geldof y Jackson Browne, entre otros. Una selección de algunos momentos brillantes de las cuatro noches de concierto aparece en forma de álbum bajo el título de "The Secret Policeman´s Third Ball (The Music)". Entre cortes como "Voices Of Freedom" –Lou Red con Peter Gabriel, Jackson Browne y Youssou N´Dour-, "Biko" –Gabriel- o una versión de "Imagine" a cargo de Knopfler y Chet Atkins, destaca la toma "live" de "Running Up That Hill", que abre el disco.

 El 6 de abril, Roger Waters hace pública una declaración a través de sus abogados en la que da a conocer –si es que hubiera alguna duda- su visión del contencioso con sus ex-compañeros de grupo. Al mismo tiempo, anuncia que no se rinde y que piensa seguir luchando para evitar el retorno del grupo sin él.

Roger Waters –indica esta declaración- era el principal compositor y productor de "The Dark Side Of The Moon" y "The Wall", asi como el cantante solista y fuerza creativa más importante (...). A pesar de la información aparecida en la prensa, Roger Waters no volverá a grabar ni con David Gilmour ni con Nick Mason, tanto bajo el nombre de Pink Floyd como cualquier otro". Poco después, Waters da a conocer su convencimiento de que los fans de Pink Floyd desaprobarán la reforma del grupo encauzada por David Gilmour:"En un mundo ideal, mi público, el público de Pink Floyd, se giraría y diría, no, esto no es Pink Floyd, ese nombre significa algo más que eso: (...) Estoy en competición conmigo mismo y estoy perdiendo. Estoy seguro de que sería más fácil si pudiera asesinarles, profesionalmente como Pink Floyd".

Los próximos meses tendrá lugar una situación insólita, no desprovista de cierto morbo: Pink Floyd -con Gilmour, Mason y Wright- y Roger Waters publicarán respectivos álbumes y realizarán sendas giras mundiales simultáneamente. Para colmo, ambos repertorios tendrán diversas coincidencias, ya que algunas viejas piezas de Pink Floyd serán interpretadas tanto por los "nuevos" Pink Floyd como por Roger Waters. Pero estará claro quien puede más. En un momento en que la vieja marca de fábrica, dirigida ahora pero Gilmour, está a punto de volver a la escena. Waters se anticipa unos meses editando su nuevo álbum.



El 15 de junio de 1987 se publica "Radio K.A.O.S.", que cuenta con la colaboración de nombres ya habituales como Mel Collins, Andy Fairweather-Low. "Radio Waves" es el primer single. El 14 de agosto comienza su nueva gira en Rhode Island. Waters se acompaña por The Bleeding Hearts Band, formada por Andy Fairweather-Low -guitarra-, Jay Stapley -guitarra-, Graham Broad -batería-, Mel Collins –saxo-, Paul Carrack –voz y teclados-, Doreen Chanter –coros- y Katie Kissoon –coros-.

Waters, que ya se huele el inminente ataque de Pink Floyd en forma de disco y gira, quiere recordar a su público a quién corresponde la paternidad de muchas de las viejas obras del grupo. Por ello, en su repertorio incluye un gran número de clásicos de Pink Floyd, rivalizando así con el "tour" mundial que iniciarán inmediatamente sus viejos compañeros.

Los conciertos de la gira "Radio K.A.O.S." incluyen los siguientes temas: "If ", "Breathe", "Money", "Brain Damage"/"Eclipse", "Welcome to the Machine", "Wish You Were Here", "Have A Cigar", "Pigs (Three Differen Ones", "In The Flesh", "Mother", "Another Brick In The Wall Part 1"/"Happiest Days Of Our Lives"/"Another Brick In The Wall Part 2", "Nobody Home", "Not Now John", "Get Your Filthy Hands Off My Desert"/"Southamptom Dock", "5.01am" (The Pros "An Cons Of Hitch Hiking)","5.06am" (Every Stranger´s Eyes)" y "Going To Live In L.A", además de todo el contenido de "Radio K.A.O.S." y un par de canciones inéditas grabadas durante las sesiones de este último álbum pero no incluidas por motivos de duración.



Como vemos, Roger Waters, amenazado por las circunstancias, apuesta a fondo las cartas de su pasado en Pink Floyd. La gira americana termina el 29 de septiembre en Vancouver. Las dos últimas semanas de gira han coincidido con los primeros conciertos, también en América, de Pink Floyd. Concretamente, el 12 de septiembre, cuando Waters actúa en Denver (Colorado), el reaparecido grupo inicia su macro-"tour" en Montreal.

Durante das semanas, las dos formaciones se pisarán los talones por tierras americanas interpretando repertorios que coinciden en más de un título. El público debe decidir a quien corresponde la legitimidad de esas canciones. El 14 de noviembre, Roger Waters se presenta nuevamente en Nueva York, mientras los Pink Floyd actúan en Atlanta.

Waters hace una pequeña ampliación de su gira americana que termina el día 15 en Filadelfia. Una semana después, es 22 y 23 de noviembre, cruza el Atlántico y llena, durante dos noches el Wembley Arena, de Londres. Mientras Roger Waters despierta la memoria del público americano y británico a través de sus nuevas lecturas de clásicos de Pink Floyd, los otros supervivientes del grupo, ya con luz verde para la utilización del mítico nombre, atacan con todas las de ganar.

Y lo hacen con "A Momentary Lapse Of Reason" El álbum que publicaron Gilmour y Mason junto a un recuperado Wright, que nos dejó otro puñado de fabulosas canciones, y sobre todo dio lugar a una de las giras más impresionantes de toda la década de los ochenta. Megalomanía, gigantescos montajes escénicos, muñecos hinchables, vanguardistas técnicas de reproducción de sonidos en vivo, lasers, proyecciones y espectacularidad por doquier, haciendo felices a millones de fans, generando cantidades industriales de dólares y libras. El triunfo de Gilmour sobre el huido Waters.



Con numerosos litigios de por medio por el uso del nombre de la banda, el guitarrista ganó la partida, se recluyó en una barcaza en el Támesis, compuso el primer álbum sin el bajista, sin la mente que había estado detrás de las creaciones más importantes de Pink Floyd, y supo demostrar que estaba tan capacitado como su ex compañero para llevar el timón.

“A Momentary Lapse of Reason” es un disco muy diferente a los de la primera época con Syd Barrett, desprovisto de la presencia maquiavélica de Waters, pero pese a todo, es un álbum de rock con canciones suficientemente poderosas como para colocarles de nuevo en la exuberante actualidad de los 80 –observad que se edita en 1987, el mejor año de esa década para el Rock en general-, y permitirles protagonizar ese tour que he comentado, que recaló en España en unos shows que todavía no entiendo por qué me perdí.

De aquella gira queda un testimonio oficialmente grabado: El excelente doble en vivo, “Delicate Sound of Thunder”, donde puede apreciarse toda la grandeza del Arena Rock.

Para el nuevo disco, los Floyd supervivientes contrataron como he dicho a su clásico teclista Rick Wright nuevamente, aunque no le dejaron aparecer en las fotos promocionales, y se rodearon, como era habitual, de un extenso abanico de colaboradores y músicos de sesión, algunos de los cuales les acompañarían en la gira. De la producción se ocupó el mismo Gilmour junto al mítico Bob Ezrin, y como curiosidad, destacar entre los créditos la presencia de Carmine Appice, en aquellos tiempos enfrascado en King Kobra junto a Johnny Rod y Mark Free.

“A Momentary Lapse of Reason” cuenta con una serie de temas a rescatar del olvido, y aunque “The Dogs of War” ha sido votada en convenciones de fans como la peor canción de la historia del grupo, ahí están esas telúricas y poderosas “Sorrow”, “Yet Another Movie”, “A New Machine”, junto al pegadizo single “Learning to Fly”, y sobre todo la increíble “On the Turning Away” con sus sobrenaturales coros y el fundido final de la guitarra erizándonos la piel, para demostrar que es otro gran álbum de Pink Floyd, el penúltimo en estudio que editaran. Del 87 hasta hoy, solo hemos vuelto a saber de ellos en ese sentido cuando grabaron “The Division Bell” en el 94.

En “One Slip” se pasan un poco con el sonido ochentero de los sintetizadores, si bien en los fragmentos instrumentales que jalonan el disco vuelven a desplegar toda su inventiva e imaginación musical. Soberbios, por ejemplo, a partir del 2´30 de ese entreacto llamado "Terminal Frost".

Todo el álbum, desde esos golpes de remo con que se abre “Signs of Life”, parece marcado por el brumoso ambiente de las grises y frías aguas del Támesis al atardecer, la guitarra suena como un trueno ahogado - el inicio de la citada “Sorrow”-, las líricas se vuelven mas sencillas, pero la máquina sigue funcionando a pleno rendimiento.






1 comentario:

  1. Muchas gracias por éste interesante artículo. Ellos son la banda más grande que haya existido jamás.

    ResponderBorrar